Aún sigo de resaca emocional del reciente #ENETI2012 en Córdoba, pero lo cierto es que tampoco se me han olvidado otros congresos y jornadas que ha habido este año, como el #Fun4All y la #JornadaUA. Y fijaos cómo evoluciona el lenguaje en un par años, ya que he puesto esa primera frase en clave de Twitter con los hashtags (¿etiquetas?). Y es que no creo que solo haya evolucionado el lenguaje en un par de años, sino también las personas y las formas de relacionarse.
Congresos y saraos ha habido siempre, eso está claro. Curiosamente yo ahora les digo a estudiantes y profesionales de la traducción que vayan a todo este tipo de eventos siempre que puedan, ya que aportan muchísimo: no solo conocimientos, sino también la posibilidad de conocer a gente que, por qué no, puede cambiar nuestras vidas en cierto modo. Trabajo, amistad, nuevas ideas… Todo es posible. Y sin embargo, yo fui el primero que no fue a ningún congreso durante mi etapa universitaria (si acaso a alguna charla que no recuerdo).
Paradojas de la vida, al final he acabado asistiendo a todos los congresos y saraos de traducción que puedo. Quizás para recuperar el tiempo perdido, quizás para conocer a todos aquellos que no tuve el placer de conocer, quizás para abrir nuevas puertas y ventanas. Y, para más inri, ya no es que asista como uno más, sino que cada vez más me llaman como ponente para compartir mis reflexiones e ideas con los demás, lo cual es un gran honor.
Pero todo es una carrera de fondo: al igual que no empecé traduciendo videojuegos al salir de la carrera y que eso llegó con el tiempo y el esfuerzo, no me llamaron por la buena de Dios a mi primera charla en Granada (cuyo discurso he ido modificando con el paso del tiempo). La primera vez que fui a un congreso fue con Elizabeth Sánchez León a hablar sobre las diferencias entre el modelo interno y externo en la localización de videojuegos en el Media for All de Amberes (en 2009), y creedme que estaba hecho un flan cuando comencé a hablar. Ahí no conocía ni el Presentation Zen, ni sabía hablar en público, ni nada. Y bueno, por descontado, todos los gastos corrían de mi cuenta y tenía que pedir días en el trabajo, como sigue ocurriendo ahora, aunque en menor medida (aún me queda para ser un traductor con glamur).
Miro hacia atrás y me enorgullece haber evolucionado tanto gracias a todos los encuentros que he tenido. #Tratuimad, #UJITrad, #Media4All (de Londres en 2011) y los mencionados anteriormente: por un lado, he descubierto que no se me da tan mal hablar en público como pensaba cuando me ha tocado hablar, y no hay nada que dé más felicidad que aprender algo nuevo; por otro, he conocido a gente increíble, y gracias a las redes sociales podemos seguir manteniendo el contacto.
Y vosotros tenéis mucho que ver en esto, pues ¿qué cambio habría habido en mí sin la gente que me lee y que he conocido en persona y que tanto me ha aportado? Quizás esté equivocado, pero me da la impresión de que cada vez hay menos traductores en la sombra y que estamos más unidos que nunca. En algunos congresos parece que siempre estamos los mismos, pero ir a un ENETI y ver que los verdaderos protagonistas son los estudiantes (había 350 plazas y aun así hubo gente en lista de espera), ver que gente de primero de carrera está muy concienciada con lo que quiere hacer y espera de la carrera, ver que alguien se te acerca llorando porque tus palabras le han emocionado… Eso no se puede describir con palabras. Qué razón tenía Eva María Martínez sobre asistir a este congreso.
Y ahí está Twitter, esperándonos a compartir nuestras experiencias antes, durante y después de estos encuentros para que seamos más piña. Todo esto puede que no nos dé trabajo ni mejores oportunidades, pero nos da algo más importante, y es sensación de felicidad. Hace ya leí que, en una presentación, la gente olvidará lo que dijiste con el tiempo, pero nunca olvidará lo que le hiciste sentir. A mí me pasa igual con los congresos y saraos: tarde o temprano olvidaré qué se dijo (incluido lo que dije yo), pero no olvidaré lo que sentí en ellos.
Así que amigos, ya seáis traductores profesionales o en ciernes, ya viváis en la sombra o seáis de los que no os cortáis, os invito a que probéis a ir a estos actos y veáis qué os parece. Que se note que no hay crisis dentro de nosotros: si la sentís porque no encontráis trabajo tras acabar la carrera, recordad que los principios nunca han sido fáciles para nadie en los últimos 50 años como bien dijo Olli Carreira.
Yo empecé tímidamente a asistir a este tipo de eventos, y creo que gran parte de lo feliz que soy ahora se lo debo a haberlo intentado. Tenéis muy poco que perder y mucho que ganar.
Hola Pablo:
Suscribo al 100% la entrada, aunque como siempre, sabes que me gusta ser un tocapelotas y venir a dar la lata :D.
Has hablado de visibilidad y de traductores en la sombra. En efecto, creo que cada vez somos menos los que no tenemos cara y, obviamente, eso es positivo en términos de imagen de la profesión. Sin embargo, se me ocurre que esto puede llevar a que haya gente que confunda visibilidad y calidad. Creo que como blogueros y “gente conocida” de todo este mundo de saraos, tendríamos que dejar claro el mensaje de que ser el más visible solo quiere decir eso: que eres visible. Me río siempre mucho con Yeyu porque siempre dice que los realmente buenos, los que llevan 20 o 25 años trabajando, esos no son visibles. Y esos son los verdaderos profesionales con toneladas de experiencia (ojo, que no va en plan ataque, no te me enfades :P).
Por otra parte, creo que también es muy importante “racionarse” a uno mismo el número de eventos a los que se asiste. A mí me encantaría ir a todo, aunque como siempre, los recursos son limitados y hay que tener muy claro que, con el dinero que tienes, hay que asistir a aquellos eventos/congresos/cursos/lo que sea que realmente te aporten algo nuevo.
¡Hola, Olli! Efectivamente, has tocado un tema muy importante que ya comentaste en el ENETI y con el que estoy 100% de acuerdo, y es que los congresos, los blogs y las redes sociales solo te dan visiblidad, ya que una cosa es hacer bien tu trabajo de promoción y otra traducir bien. Esto mismo ya lo dije en la #JornadaUA cuando Laura Ramírez Polo nos habló sobre esto mismo y nos dijo que “parece que Xosé y Pablo están en todas partes” (fue un comentario que hice al final de la ponencia). De hecho, creo que debería escribir una entrada breve para que así tenga más visiblidad esta idea (nunca mejor dicho). Pues anda que no había traductores en Nintendo que ni estaban en Facebook y esas cosas y a las que les va estupendamente… 🙂
Un saludo,
Pablo
Yo me considero uno de esos traductores en la sombra. Llevo algunos años dedicándome a esto, he tenido la suerte de haber traducido innumerables videojuegos y cuento con experiencia necesaria como para escribir libros enteros sobre los entresijos de la labor de localización.
En mi caso os observo desde la barrera, con rostro de estupor y admiración a partes iguales. Debo admitir que esto de los traductores como estrellas mediáticas, con blogs, seguidores y groupies me ha pillado un tanto descolocado.
Supongo que mi opinión no es representativa, ni pretende serlo, pero siempre es bueno sondear cómo se ven las cosas desde “el lado oscuro”. Por una parte, siempre que veo un sarao de estos me pregunto “pero ¿quiénes son? ¿Qué experiencia tienen? ¿Qué juegos han hecho?” con bastante escepticismo; luego leo algunos de los artículos en vuestros blogs y con frecuencia aprendo cosas que no sabía o me entero de algún libro interesante sobre algún tema que me podría venir bien (hoy fue el de “Presentation Zen”). El hecho de que tengáis un blog no me influenciaría a la hora de contrataros, pero sois una buena fuente de información. También sirven para tomar el pulso a este mundillo y para ver cómo vienen las nuevas generaciones, lo cual da para otra entrada, ¿no crees? A este respecto me preocupa bastante que muchos tengan como objetivo llegar a traducir para Nintendo. ¿Nintendo? Para un traductor audiovisual sus juegos deben de ser un infierno.
Para finalizar, un consejo a aquellos que no han acabado la carrera pero ya han comenzado a escribir un blog sobre localización: dejad la universidad y cerrad el blog; coged el mando y jugad; poneos cómodos y ved la tele. Esta es toda la preparación que necesitaréis antes de coger las maletas y buscar las empresas de videojuegos para las que acabaréis traduciendo.
Tú lo has dicho: asistir a este tipo de eventos te permite conocer a gente estupenda y todos tienen algo que aportarte aunque ni ellos mismos lo sepan.
Yo me alegro muchísimo de haber ido al Fun4All y tiene mucho que ver con toda la gente que pude desvirtualizar, tú el primero 😉
Pero como dice Oliver, hay que ser realista y cortar por algún lado. Pero oye, el que se lo pueda permitir que vaya a todo lo que se organice, que no creo que se arrepienta.
Nos leemos 🙂
¿Verdad que sí, Javier? Si lo piensas, ya ves, gracias al Fun4All pude desvirtualizar a la persona que creo que he tardado más tiempo con diferencia en disvirtualizar. xD
Y bueno, no creáis, que en realidad creo que este año he ido a la #JornadaUA, al ENETI y al #un4All, y solo he tenido que pagar en el #Fun4All. Eso también hace que vayas a más cosas, claro, aunque bueno, ¡al fin y al cabo vamos a trabajar también! 😛
Un saludo,
Pablo
Hola,
me ha gustado mucho la entrada. Yo también soy de las que en la carrera asistí a más bien pocas charlas y no recuerdo casi ninguna, pero cuando por fin pude sumarme a un sarao con la #JornadaUA me di cuenta de lo importante que es. Me gustó muchísimo sobre todo la parte de la socialización porque siempre es bueno ver que no es tu cabecita la única que se pasa el día modo traductor ON y da gusto compartir anécdotas y ver que “no estamos solos”.
Sobre lo que dice Olli, tienes toda la razón, no siempre el más visible es el “más mejor” y hay muchísimos pedazo de profesionales en la sombra (y felices de estarlo); pero esto ya lo dijeron en Alicante Pablo y Xosé 😉
En fin, me sumo a la recomendación de asistir a saraos varios. Yo intentaré ir a alguno más en cuanto me sobre algo de calderilla. Sobre todo por la parte humana del asunto y por el chute de motivación y nuevos conocimientos que suelen aportar.
Un besete 😉
¡Américaaaaaaaaaaa! 😉
Sí, precisamente he incidido en el plano social porque últimamente creo que es el más importante. Está bien saber que no todo son las ponencias, sino la gente que conoces y con la que luego sales. Además, que no sé por qué, me da la impresión de que hay gente que lee blogs y piensa que sus autores son como una divinidad que no se puede tocar (ha habido gente que me ha escrito luego para darme gracias por una charla que me comenta que no se acercó a mí por vergüenza… ¡pero bueno! :P), y ese sentido ayuda a ver que te puedes tomar una cerveza con esa persona sin problema, de tú a tú (lo digo porque yo también he sido fan y sé que da mucho corte aunque luego sea una tontería en realidad).
En fin, ¡hasta el próximo sarao pues! 🙂
Pablo
¡Pero qué bonito!
La gente me toma por loca cuando les digo que hacemos congresos y luego nos vamos de cañas por ahí, ¿en qué gremio aparte del nuestro hacen estas cosas? Envidiosos…
Somos un gremio creativo, ingenioso, divertido y con muchas ganas de compartir experiencias. Cada día me enorgullezco más de esta profesión y de los que la componemos.=)
Y aunque ahora parezca que ser un traductor bling bling que viaja y se da a conocer es un poco mainstream, a mí me encanta. Hacemos visible nuestra profesión, intercambiamos ideas entre ponentes y alumnos y por encima de todo, nos lo pasamos genial juntos. =D
¡Tres hurras por los/as traductores/as!
¡Hip, hip… hurra!
¡Hip, hip… hurra!
¡Hip, hip… hurra!
¡Hola, María!
Ya ves, pues mira que son de sobra conocidos los congresos de médicos, que se pegan unas comilonas que no veas y muchos (asistentes) van a gastos pagados… En ese sentido, me parece genial que desde la universidad se apoye a enviar a representantes y pagarles los gastos, ya que es una forma de poder aportar luego más a tu universidad (hablo del ENETI). ¡Y eso que te llevas pa tu body! 😉
Me ha encantado tu párrafo antes de los hip, hip, hurra, pues resume a la perfección lo mismo que pienso yo. 😀
¡Hasta la próxima! Que es dentro de nada si vas a las jornadas de traducción audiovisual, je, je,
Pablo
¡Hombre, por favor! ¡Allí me tienes la primera! Además, ya te he visto de ponente, me apetece ver cómo te desenvuelves como teacher, je je je 😉
No sé por qué arriba sale que mi blog es siglodeluces =S
Ah, pues no sé. El complemento lo que hace es poner la última entrada del blog que tengas configurado en WordPress o la URL que pongas, creo… Lo puedes cambiar antes de publicar. 😛
¿Va en serio este post?
¡Y tanto! 🙂
¡Salgo en la foto! Secundo todo lo que se ha dicho menos lo del aspirante a vampiro de purpurina del final. Estos encuentros son geniales para muchas cosas, sobre todo para conocer/desvirtualizar gente y hablar de cosas interesantes. Pero si algo creo que hemos sacado los estudiantes de este encuentro ha sido (aparte de optimismo y pasárnoslo genial) la asociación que arranca poco a poco, la AETI. A ver si hago un post explayándome sobre el tema porque me parece una iniciativa muy interesante.¿Quién sabe dónde llegará?
Por fin me he acordado de rescatar tu comentario entre todo el spam que envía el Lado Oscuro. 😛 Me gusta que resaltes la idea de la nueva asociación de estudiantes de traducción: espero que tenga futuro, ya sabéis que podéis contar conmigo para cualquier cosa en la que pueda contribuir. 🙂
Un saludo,
Pablo
Sí señor, yo era un traductor solitario y onanista que ni se cortaba el pelo ni se lavaba hasta que conocí a otros que hacían lo mismo que yo. Traducir, vaya. Ahora soy más feliz y ya no me importa cuando los perros me ladran por la calle.
En serio, traducir puede ser una profesión muy, muy solitaria, pero no estamos solos.
Sí, si eres autónomo y vives solo, la verdad es que puede ser un trabajo bastante solitario. En ese sentido, ir a reuniones con otros compañeros de profesión, sean congresos o algo más informal, nos ayuda bastante. 🙂
Un saludo,
Pablo
“aunque en menor medida (aún me queda para ser un traductor con glamur).”
¡Si tú eres un traductor con mucho glamur, Pablo!
No sabía que esa entrada iba a causar tanto revuelo pero nunca sabes lo que va a interesar a la gente que nos lee… Yo, al menos, no domino la ciencia todavía.
“Sí señor, yo era un traductor solitario y onanista que ni se cortaba el pelo ni se lavaba hasta que conocí a otros que hacían lo mismo que yo…”
Al menos eres sincero 🙂 Pero no sé si te va a ayudar conocer a otros como tú. Hay mucha víbora y unas brujas de mucho cuidado por ahí.
Supongo que se es traductor antes que glamuroso. El glamur me lo ponen los demás, aunque bueno, quiero pensar que algo se pega, je, je, je. 😛
Pablo
Hola Pablo:
Con la moderación que me caracteriza, creo que lo mejor es tener un equilibrio. Coincido con Olli y Eugenia en que hay traductores muy buenos que llevan en la sombra un montón de años, y creo que es muy respetable. La visibilidad y la calidad no están relacionadas. Sin embargo, estar presente en la red en estos tiempos me parece positivo. Eso sí, creo que hay que trabajar y ser un buen profesional para poder combinarlo con la parte pública de congresos y saraos, aunque también pienso que muchos de vosotros estáis en esa posición y os lo habéis ganado a pulso. Profesionales que comparten sus experiencias para formar a otros. Un ejemplo a imitar por los alumnos. ¿Qué más se puede pedir? Solo una cosita, ¡ojalá hubierais existido en mi época de estudiante!
Hola, Carla:
Sí, es lo que he dicho antes. De hecho, a ver si cuando saque un hueco escribo una minientrada para dejar clara esa idea, de que la visibilidad no implica para nada calidad. Aunque sería interesante hacer un estudio científico sobre eso… Mmmm… 🙂
Un saludo,
Pablo
¡Pues claro que mola ir a los saraos de traducción! Y de lo que sea 🙂 El caso es que compartes ideas, descubres tendencias en este mundo, aprendes mucho, muchísimo del trabajo de los demás… Y también compartes momentos increíbles con la gente.
¡Sigue deleitando a la gente con tus conocimientos, señor! 🙂
Abrazote,
Juanpe
¡Ese Juanpe! 😀
Anda que no mola ir a este tipo de saraos para seguir aprendiendo cosas sobre tu sector y conocer a gente. A ver si vamos viendo lo de Berlín de noviembre. 😉
Un abrazo,
Pablo
Hola Pablo. Yo recuerdo que no me perdía ni un solo sarao de traducción. Ahora acudo a muchos menos. Conoces gente nueva sí, pero es curioso porque también acuden los mismos de siempre, los colegas con los que has pasado tu vida universitaria y aunque pase el tiempo, seguimos siendo una pequeña familia.
Enhorabuena Pablo. Me encanta tu blog.
¡Hola, Yolanda!
Sí, es cierto que al final acabas viendo a los mismos, pero lo guay es que no somos “cuatro gatos” y siempre se acaba conociendo a gente nueva. Seguro que tarde o temprano ya no voy a tantos saraos, nada es para siempre, pero mientras tanto… ¡disfrutemos de ello! 🙂
Me alegro de que te guste el blog. 🙂
Pablo
PAblo, ¡cómo me gusta tu positivismo!
A mi me encanta ir a congresos, vaya que sí, y siempre que el dinero y el tiempo me lo permitan, ¡seguiré asistiendo a todos los que pueda!
Así que, nos vemos en los bares…. bueno, en los congresos.
¡Hola, Eli!
Claro que sí, ¡hay que ser positivos en esta vida! Yo digo lo mismo, mientras podamos permitírnoslo, nos veremos en los bares de los congresos sin ninguna duda. 😛
Un saludín,
Pablo