Dado que mi trabajo está muy relacionado con el testeo y control de calidad de un videojuego y que en mis dos últimos proyectos el contacto con el equipo de testeo ha sido clave para que todo siguiera adelante, me aventuré a comprar el libro Game QA & Testing. Tras haberlo devorado, tengo que decir que, a pesar de que se centra en el testeo de funcionalidad y no en el de localización (apenas hay un pequeño apartado sobre la localización de videojuegos), es una excelente introducción a este mundillo que todo aspirante a tester o traductor de videojuegos que quiera trabajar en empresas como Nintendo o Square-Enix debería leer.
En primer lugar, Game QA & Testing es un libro a todo color e incluye numerosas imágenes que hacen la lectura muy amena, y la verdad es que tener el libro en tus manos es una gozada gracias al cuidado de la edición. Esto hay que pagarlo, y es cierto que gastarse unos 42 $ (a mi me salió por 36 € con los gastos incluidos hace un tiempo) duele un poco si encima no trabajas, pero yo no me arrepiento de la compra y estará en mi biblioteca especializada un buen tiempo. Además, cada capítulo tiene varias entrevistas cortas con profesionales de la industria de los videojuegos, lo que es un valor añadido.
Otra gran ventaja es que este libro se publicó en junio de 2009, de modo que toda la información que contiene no está ni mucho menos obsoleta. De hecho, ¡hasta se menciona Twitter como herramienta para promocionarse! Los autores son testers con mucha experiencia y eso se nota, y el libro está escrito en un lenguaje de tú a tú que hace que la lectura no sea nada aburrida.
El libro empieza haciendo un repaso a la historia de los videojuegos de un modo especial, ya que se hace hincapié en la dificultad que cada plataforma entrañaba en cuanto al testeo de sus juegos. Por ejemplo, mientras que al principio los propios desarrolladores eran los únicos que testeaban sus juegos, ahora con una Xbox 360 u ordenadores muy potentes con conexión a Internet las posibilidades son casi infinitas y, por ende, la complejidad del testeo ha aumentado exponencialmente. Al parecer, los juegos de portátiles son normalmente los más “fáciles” de testear, mientras que los de PC son los más difíciles.
El segundo capítulo desmiente algunos mitos de este trabajo, como por ejemplo que casi todos los testers son chicos, que todos son unos frikis de cuidado sin ningún título universitario o que ser tester es un trabajo de verano como si se tratara de un puesto de socorrista. Y viendo lo que hay en Nintendo, todo lo que se dice es cierto, pues hay muchas chicas (si bien hay más chicos y algunos son muy frikis) y cada vez se es más exigente a la hora de contratar. Por ejemplo, conozco a varios testers que son licenciados en Traducción e Interpretación. ¡Incluso uno es doctor en Física!
El tercer y el cuarto capítulo de Game QA & Testing son todo un recorrido por la palabra que más escucharás si trabajas en testeo: bug. Por ejemplo, se explican las categorías de un bug (audio, fallo gráfico, cuelgue, etc.) y la prioridad que hay que asignarle para que sea corregido. Así pues, si el juego se cuelga al hacer X, se corregirá antes que un pequeño fallo gráfico que ocurre con poca frecuencia. También se explican los diferentes tipos de testeo (por ejemplo, el testeo de producción se hace en las primeras fases de desarrollo del juego y el control de calidad cuando el producto está ya bastante depurado y ha alcanzado el estado beta). Asimismo, se hace un repaso a las diferentes herramientas disponibles para tener un registro de bugs, como DevTrack o Bugzilla.
El quinto capítulo es el que me parece más útil para un traductor o tester lingüístico, ya que explora los diferentes géneros de videojuegos desde el punto de vista del testeo y explica con ejemplos los famosos “informes de bugs“. Se hace especial hincapié en que escribas muy claro y que des todos los detalles posibles para reproducir un bug, y es que esto es importantísimo para que los testers puedan reproducir el bug una vez que se haya (supuestamente) arreglado y confirmar que ya no se produce. Ya os hablaré de esto en otra entrada que tengo pensado escribir.
El sexto capítulo está dedicado a las técnicas de testeo y a la importancia de trabajar en equipo para comprender el porqué de un bug. Me ha gustado especialmente que se anime a especializarse en alguna rama del testeo, ya que con tanta gente, lo mejor es destacar en algo, no ser mediocre en todo. Por ejemplo, puedes ser un máquina en pasarte rápido el juego y así ser el responsable de que el juego se puede pasar de principio a fin cuando llegue una nueva versión o puedes tener conocimientos de música y concentrarte sobre todo en los aspectos de sonido.
El séptimo capítulo de Game QA & Testing habla sobre cómo entrar en el sector, y la verdad es que da unos consejos que siguen la filosofía que algunas veces he tratado de explicar en el blog. Si no tienes experiencia, ¡qué mejor que darte a conocer haciendo cosas por afición! Por ejemplo, una buena idea es participar en foros especializados o hacer mods de videojuegos. Por si no lo sabíais, el famoso Counter Strike empezó siendo un mod del Half Life: cuando los jefes del Half Life vieron el talento de los modders, los contrataron para seguir desarrollándolo en mejores condiciones. Si yo empecé traduciendo videojuegos por mi cuenta y Nintendo me fichó, ¿por qué no os puede pasar lo mismo a vosotros? 🙂
El octavo capítulo da consejos sobre cómo escalar posiciones siendo tester o cómo convertirte en un tester indispensable al que nunca despedirán. Este sector se caracteriza por contratar a mucha gente externa (como yo), y en momentos de parón, muchos testers son despedidos no porque lo hayan hecho mal, sino porque no hay trabajo. Precisamente, una de las cosas buenas de este trabajo es que puedes irte de la empresa unos meses y volver más tarde cuando te necesiten.
El noveno y último capítulo intenta predecir qué sucederá en este sector en los próximos años. Por ejemplo, el tiempo que pueden ahorrar algunas pruebas automatizadas, la dificultad de testear nuevos sistemas que hagan mil cosas, cursos diseñados especialmente para testers, etc. Vamos, un gran colofón para un gran libro.
En definitiva, Game QA & Testing es un gran libro que engancha desde el principio y que contiene información que normalmente no sabes dónde encontrar. Sé que es caro, pero si estáis realmente interesados en este mundillo, consideradlo como si os matricularais en un minicursillo de testing. 🙂
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Estimado amigo:
Muchísimas gracias por seguir ilustrándonos. No tengo ni idea sobre este interesantísimo mundo de la traducción de videojuegos pero, sin lugar a dudas, el libro tiene muy buena pinta.
Tu libro también resulta muy interesante. Por lo tanto, aquellos que quieran dedicarse a la traducción de videojuegos seguro que tendrán un enfoque bastante completo si combinan ambas obras.
Una vez más, se demuestra que, para hacer un buen trabajo, la pasión y el interés son los mejores ingredientes. Y ya que hablo de pasión por nuestro trabajo y dado que creo que es lo que nos mueve a todos los que nos acercamos a este rinconcito, aprovecho para felicitar a mi paisana Elizabeth Sánchez por su reciente premio.
Abrazos desde Canarias.
¡Muchas gracias, Tenesor!
Efectivamente, como ya hemos mencionado varias veces, no hay nada mejor que tener pasión para hacer las cosas. Ahora estoy leyendo el libro “The Presentation Secrets of Steve Jobs” y la palabra que más se menciona es “pasión”.
¡Hasta pronto!
No hay palabras para expresar lo vital que es la labor del equipo de QA/testing para un diseñador de juego: no sólo se trata de encontrar bugs, sino que también pueden dar feedback muy valioso sobre puntos flacos en la jugabilidad, características que no están bien definidas o claras, y una infinidad de detalles más. Cuando viene un QA y te plantea un problema directamente, un “oye, esto no se entiende o no queda claro”, tienes que reconstruir el concepto de algo que, casi siempre, parecía obvio pero no lo es. Es una profesión muy bonita, una de las más duras, pero de las más importantes también. Muy valorada y, sin duda alguna, esencial. No es la mejor pagada económicamente, pero sí a nivel anímico. El tester es la última barrera entre el juego y el público, y su responsabilidad es la de que éste quede lo más pulido posible. Aquí, el término “jugón” se lleva al límite. Podríamos incluso decir que son de los que más mastican el propio juego, sino los que más.
Si os gusta jugar y sois gente que atiende al detalle, perfeccionista y con un punto de vista constructivo, probadlo. Además, es uno de los caminos más comunes para entrar en la industria.
Buen artículo, Pablo. ¡Gracias!
Gracias por tu comentario, Juan Pablo. 🙂
Como bien dices, el equipo de QA es fundamental no solo para detectar bugs, sino también para que el juego sea bueno y claro. Me sorprendió mucho que también puedan opinar sobre la dificultad del juego y cosas así (cosa que he visto de primera mano, porque he visto como de una versión a otra el juego era mucho más fácil o condenadamente difícil). En el equipo de QA de localización estas cosas no se miran, pero vaya, que pensaba que eran otros los que decidían esas cosas, no los testers.
Precisamente uno de los mitos que desmiente el libro es que los testers son como si fueran escoria y no tienen casi ni estudios. Por lo que he visto, si bien es cierto que no están demasiado bien pagados (aunque al menos en Nintendo yo creo que tienen un buen sueldo) con respecto a otros profesionales y que hay quien los considera “mano de obra barata”, poco a poco se están convirtiendo en un grupo reconocido de profesionales.
Sí es cierto que son profesionales y, como tales, independientemente de su formación, son gente preparada o con aptitudes suficientes para poder ser tester.
Los temas de dificultad dependen más bien de diseño de juego, pero generalmente este departamento necesita de todo el feedback posible para poder pulir el juego y hacer los cambios necesarios. Y es que que el juego funcione bien en tu cabeza, no tiene que ver con que funcione finalmente, ni siquiera suele ser exactamente igual a cómo lo imaginaste. Todo comentario constructivo sirve, y luego se verá qué decisión se toma. Y los testers, que se pegan tantas horas con el juego, tienen ahí un punto de vista muy útil. Normalmente diseñas, juegas mucho, pero llega un punto en el que tienes que seguir haciendo funcionalidades y demás, y tienes poco tiempo para jugar, aparte del dedicado a probar lo que has diseñado con el resto del equipo. De hecho, casi siempre suelen ser mejores jugadores los QA que los diseñadores, programadores, etc., en el juego que están haciendo. Porque, principalmente, los QA cogen una versión ya con muchas partes -programación, arte, etc.- integradas.
Los testers no son escoria ni mucho menos. Es horrible que haya gente que piense así. Tuve la suerte de montar y formar un equipo de testing en otra empresa donde trabajé, y recibió muy buenas críticas por parte de empresas como Movistar y Vodafone. Y eran estudiantes mayormente. Así que la profesionalidad no se mide sólo por la base que traiga uno de casa -entiéndase, estudios-. Son profesionales per se. Y hay que tenerles un respeto.
También es cierto que en muchas empresas -sobre todo en España- se contrata a gente a tiempo parcial sin preocuparse de filtrar, y es ahí cuando llega el problema. Estos son los que realmente están mal, muy mal pagados. Hablando de pagos, no es que cobren mal; suelen cobrar un poquito menos que otros puestos, y depende del país. Pero tampoco se mueren de hambre 🙂
Hola, y gracias por lo artículos. Mi pregunta es: ¿es necesario algún conocimiento básico de programación (como Java o C++) para poder trabajar como tester o traductor de video juegos?
Desde ya gracias, ¡y continúa con los buenos artículos!
¡Hola!
Siempre es bueno tener conocimientos de programación para saber cómo funcionan las cosas por dentro, ya que a veces tienes que lidiar con variables y algunos códigos, pero vamos, si tuviera que decantarme por algo, te diría que te preocuparas mucho por eso, hoy en día las tecnologías aíslan muy bien el texto del código. 🙂
Un saludo,
Pablo