Me despierto una mañana de septiembre como la de hoy y, tras responder unos correos, mi bandeja de entrada por fin está vacía. Nada que hacer, nada que traducir, nada que responder. Pero me gusta esa sensación. Lo cierto es que casi la había olvidado desde que empezó el año.
Aunque puede que en los primeros meses de 2012 haya estado muy presente en diversos saraos de traducción (quizás alguno se preguntaría si traducía de verdad), desde finales de marzo no he parado ni un solo segundo. La razón más importante es que mi cliente principal de videojuegos me empezara a enviar proyectos con bastante más frecuencia de la habitual, amén de la media jornada que paso en las instalaciones del cliente para el que trabajo en Madrid.
Pero hubo un punto de inflexión: a mediados de abril, mi amiga Carla Parra nos envió un correo a unos elegidos porque una compañera suya de una universidad noruega quería traducir los materiales didácticos de un máster sobre geofísica del inglés al español. ¡Geofísica, madre mía! Nada más y nada menos que para hallar petróleo. O lo que es lo mismo: los famosos puntos de Steve Jobs se volvían a unir y finalmente estaba envuelto de nuevo en un proyecto gigante sobre petróleo (quienes hayan ido a una charla mía creo que saben de qué hablo, pues uno de mis primeros encargos en 2007 fue sobre perforadoras de una plataforma petrolífera).
¿He dicho gigante? Pues sí, porque teníamos entre manos unas 100.000 palabras. Sobre geofísica. Cliente directo. De Noruega. ¡Clinc, clinc! Semejante tarea solo podía ser acometida por el mejor grupo de profesionales, léase Carla Parra, Judit Samblás, Eugenia Arrés y servidor. No obstante, finalmente el grupo se redujo por diversos avatares del destino a Carla, Eugenia y yo: Carla se encargaría de la maquetación en un editor especial que usaba la universidad y Eugenia y yo nos encargaríamos de traducir, revisar y testear.
Pero lejos de traducir, revisar, testear o maquetar, lo que todos hacíamos era dirigir el proyecto. No me refiero a “tú haces esto y yo esto otro”, sino a que en todo momento se respiraba un espíritu de equipo que nunca había vivido, al menos no de forma virtual. Siempre había tiempo para darnos apoyo cuando nos veíamos un poco estresados o cuando algo no nos salía, y cada uno contribuía con su mejor baza. Puede que hayamos intercambiado más de 300 correos (y yo creo que casi 400) solo para este proyecto, y eso que cada uno tenía claro lo que teníamos que hacer desde el principio. Pero es que claro, los imprevistos ocurren y no te puedes quedar cruzado de brazos.
Personalmente me siento orgulloso de haber sido artífice de un programa en Visual Basic que nos ahorró muchas horas de maquetación, ya que observé que los archivos originales seguían cierto patrón de forma interna e ideé un modo de extraer el texto relevante y después reinsertarlo sin problema alguno. Los archivos originales eran XML, pero nos dieron HTML para trabajar y, como encima cada uno usábamos un programa diferente (Eugenia utilizaba TagEditor y yo Trados Studio), nada mejor que crear un archivo intermedio que se pudiera procesar en cualquier programa. Con todo esto quiero decir que merece la pena invertir unas horas en preparar los archivos para hacerle la vida más fácil a todo el mundo luego.
Tres meses después, justo antes de irnos todos de vacaciones, por fin entregamos el último archivo, satisfechos por un trabajo bien hecho, bien recompensado y, sobre todo, bien coordinado. Y pensar que era receloso de trabajar en equipo porque prefería hacerlo todo yo… Pero ahora tengo claro que un proyecto grande no sería lo mismo sin las risas, lágrimas, marrones, soluciones, nerviosismo y compañerismo que un equipo te brinda. Fuimos el Dream Team de la traducción durante tres meses. Puede que no fuéramos los mejores y que falláramos a veces, pero siempre seguimos avanzando por lejos que quedara nuestra meta. Si alguien necesitaba ayuda, la pedía. Si alguien podía ayudar, ayudaba. Solo así llegamos finalmente a la meta.
Y lo mejor de todo esto es que tú y los compañeros que te rodean también podéis formar un Dream Team de la traducción cuando llegue el momento si tenéis confianza en vosotros mismos y estáis dispuestos a afrontar todas las adversidades que se os presenten entre todos para poder llegar a la meta. Porque la unión hace la fuerza.
A mí me parecéis un Dream Team continuo. Lo demuestra el apoyo que dais a los que empiezan y la camaradería que reina en Twitter y, en general, entre todos los traductores.
Pablo, el destino te persigue xD. ¿Pudiste aplicar tus conocimientos petrolíferos al proyecto?
Crear un programa que ayude a todos a traducir de forma más eficiente demuestra que tienes buen ojo y buena mano con la informática. ¿Te costó mucho?
Un saludo,
Luis
Je, je, ¡muchas gracias por tu comentario, Luis! Me ha encantado tu primer párrafo. 😀
Pues al final no creas que me sirvió de mucho en cuanto a conocimientos lo que hice sobre petróleo porque en ese caso fue traducción técnica de maquinaria y esto ha sido más bien sobre procesos, pero vaya, en lo que sí me ha ayudado ha sido en saber enfrentarme con firmeza a algo que de por sí pintaba chungo. 😛
Lo del programa no me costó “tanto” (ponle unas 3-4 horas), pero el tema está en la experiencia que tenía relacionada con este tipo de cosillas. Vamos, que tienes que ir un poco a tiro hecho: por eso mola saber un poco de programación antes y así acelerar el proceso.
Un saludo,
Pablo
Mira que tenía ganas yo de trabajar con vosotros, espero que podamos hacerlo pronto, ahora que mi “avatar del destino” ya ha nacido y encima se porta bien 🙂
A mí la verdad es que me gusta mucho trabajar en equipo, siempre he pensado que 4 ojos (o más) ven más que dos, y cuatro manos trabajan también más rápido que dos y que dos cerebros siempre darán más ideas brillantes que uno.
Besos a tu (nuestro) dream team y a todos los dream teams que seguro que hay muchos 🙂
¡Hola, Judit!
Bueno, no creas, de algún modo te libraste de un infierno, créeme. 😛 Quizás no era el mejor encargo para el momento en el que estaba tu avatar del destino, porque aunque al final lo sacamos todo adelante, sí que nos desgastó un poco…
¡Hasta el próximo Dream Team! Y cuida a tu avatarillo del destino. 🙂
Pablo
Hola, Pablo.
Llevo tiempo sin escribir nada en tu blog (desafortunadamente tampoco tengo mucho tiempo para leerte). Tu post me ha sacado un sonrisa y me gustaría hacer un par de comentarios:
1) Poner un punto de acidez en el habitual sinfín de cumplidos que te llueven (bien merecidos, todo sea dicho) para comentarte que 100.000 palabras a un idioma no es tanto, sobre todo en términos de gestión.
2) Aplaudir la idea que lanzas de que invertir en optimizar el trabajo es ahorrar dinero: unas horas desarrollando un buen script de extracción de texto (ahora mismo tengo un problema yo similar con unos xml originales que generan html vía un xsd que no tengo ni tendré) o definiendo una buena ini merecen la pena, así que todo el mundo debería familiarizarse con los conceptos para cuando le llegue la hora (que llegará).
Nada más, Pablo.
Un abrazo y sigue con el buen trabajo.
¡Hola, Álvaro! Me alegro de verte por aquí. 🙂 ¡Muchas gracias por tu comentario!
1) Sé perfectamente que 100.000 palabras no es tanto como parece, pero si lo juntas con ir a congresos, dar cursos, trabajar a media jornada 4 horas en exclusiva para otro cliente, hacer otros encargos para otros clientes y tener vida social, al final le puedes dedicar mucho menos tiempo de lo normal. 🙂
2) Sabía que este punto te iba a gustar, je, je. La verdad es que es una alegría que el conocimiento técnico pueda agilizar tanto una tarea como la maquetación: por eso es importante contar con distintos perfiles en un equipo.
Un saludo y hasta la próxima,
Pablo
Si te enteras de algún cursillo o material didáctico sobre programación para extracción y procesamiento de texto en XML, te agradecería que me avisaras. Es una de mis grandes lagunas.
Hola, Jordi:
Lo mismo te sorprende, pero el programita en cuestión lo hice con Visual Basic. Con un poco de lógica y unos If/Then/Else, se puede hacer de todo (quizás no de la manera más eficiente posible desde el punto de vista de la programación, pero funciona). Con estas funciones hay de sobra: http://www.vb6.us/tutorials/vb6-string-functions
Aparte de eso, he estudiado algo de Perl y la verdad es que viene de maravillas para trabajar con texto, merece la pena probarlo.
Un saludo,
Pablo
Sí, siempre he oído maravillas sobre Pearl para manipular texto. Lo que pasa es que también he oído que es de lo más sintético que hay, con lo que fácil no es.
¿Por qué habré escrito Pearl?
Hola, mi nombre es Iván soy Administrador de Contratos de una Compañía Petrolera en México; actualmente estoy estudiando Ingeniería Industrial y de Sistemas dejé pendiente la Certificación de Licenciado en Enseñanza del Idioma Inglés, todos los días interactúo, con reportes de producción, perforación logística, registros geofísicos, sísmica 2D y 3D, legal, etc
En mi tiempo libre trabajo como interprete y traductor de español-Inglés y viceversa de compañías petroleras en México, solo quiero comentar que ese tipo de trabajo (exploración, perforación, producción del petróleo), es muy complejo y que muchas de las traducciones que traen las compañías extranjeras que vienen a trabajar a México, están incorrectas o han creado errores en los procesos.
Es por eso que si requieren de algun tipo de apoyo en el area de la Industria Petrolera, tanto en tierra como costa afuera (barcos, lanchas, plataformas, ROV, etc), estoy as sus ordenes. lzlzjivan arroba gmail punto com
.