Algo más que traducir
Blog sobre traducción profesional, localización de videojuegos, software, aplicaciones móviles, sitios web y tecnologías de la traducción por Pablo MuñozTraductor inglés-español especializado en localización

El cliente siempre tiene la razón

ClienteLos traductores intentamos ser lo más perfeccionistas que podemos. Esto se puede observar claramente en la facultad, donde muchas veces se favorece la competencia e incluso se ven casos en los que se llega a solicitar ayuda de expertos para traducciones de clase. En efecto, hacer algo así es realmente loable, pero desgraciadamente en el mundo profesional hay poco tiempo para hacer consultas externas y prima que sea el traductor el que encuentre recursos fiables de primera mano en el menor tiempo posible.

Por la misma razón, la formación del traductor suele incluir la defensa de sus traducciones ante un público experto en su medida (alumnos de igual nivel y el profesor), lo que conlleva una reflexión del proceso traductor y determina el motivo por el que se ha escogido una solución y no otra. Pocos son los aprendices de traducción que no sufren las críticas (normalmente constructivas) de sus compañeros.

Sin embargo, no todo el mundo tiene la formación de traductor y ni mucho menos es perfeccionista. Podemos discutir si es preferible escribir ‘solo’ con o sin tilde (tal y como sugiere ahora la Academia) y que la guía de estilo que nos proporciona el cliente diga claramente que hay que utilizar ‘sólo’ cuando equivalga a ‘solamente’ y aceptarlo sin rechistar. Al fin y al cabo, no parece haber consenso del todo y es sólo una opción más aunque tengamos otra preferencia.

Otra cosa muy diferente es que el cliente nos facilite un glosario en el que, por ejemplo, haya que traducir ‘bottle’ por ‘botella’ cuando se está hablando de un depósito de un cartucho de impresión, o ‘section’ por ‘sección’ cuando en realidad se refiere a un apartado de un manual (aunque es comprensible que, aunque uno se haya dado cuenta del error, se utilice el término erróneo por motivos de coherencia con otros manuales publicados por la misma empresa).

CamareroPor supuesto, es factible hablar con el cliente y exponer los motivos por los que pensamos que se debe utilizar una cosa y no otra (aunque es frustrante traducir y escribir algo que sabes que no es correcto), y aunque aceptan las propuestas, otras veces no dan su brazo a torcer y nos tenemos que aguantar. En este caso, no queda más remedio que resignarnos y que un colega traductor con experiencia nos diga «bienvenido a la traducción profesional».

Peor aún es que nos digan que nos van a enviar un glosario con términos que deben estar en nuestra traducción y que mientras tanto comencemos la traducción para que, finalmente, nos den el glosario poco antes de terminar. Por fin, ansiosos, abrimos el glosario y… ¡zas!, descubrimos que hay que poner «equipo multifunción» en vez de «impresora multifunción». Cualquiera de las dos opciones es válida a mi juicio para la escueta ‘machine’, aunque reemplazar un término conlleva muchos quebraderos de cabeza, pues ‘equipo’ e ‘impresora’ son de género diferente.

Una solución que da buenos resultados es reemplazar un término por otro en todos los documentos traducidos y luego ir al texto y, conforme vemos incoherencias (“el impresora”, “del impresora, etc.), hacer un nuevo buscar y reemplazar. Eso sí, no hay una forma sencilla de cambiar la concordancia de los sustantivos con los adjetivos, así que habrá que leer todos los segmentos en que aparezcan términos nuevos que tengan un género diferente del término descartado, aunque siempre podemos pasar el texto a Word y pasar el corrector para hallar rápidamente los fallos de concordancia.

Supongo que hay que pensar que el cliente tiene motivos suficientes para decantarse por una solución en vez de otra y que, al fin y al cabo, es él quien que paga y quiere ver un producto como él quiere. Del mismo modo, cuando nosotros pagamos por algo queremos algo como a nosotros nos gusta. Seguramente todos hemos sufrido una cosa parecida en otra situación (por ejemplo, en un restaurante), y para reclamar siempre nos hemos acordado del dicho: el cliente siempre tiene la razón.

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Pablo Muñoz Sánchez

Pablo Muñoz Sánchez

English > Spanish Game Translator
Soy traductor inglés > español con más de 15 años de experiencia especializado en localización de videojuegos y software. He traducido juegos como Metroid y Fire Emblem y ahora trabajo, entre otras cosas, como especialista en control de calidad para Google a través de Vistatec. También soy cofundador de Traduversia, una plataforma de cursos online para traductores. Más sobre mí | Mi libro de localización | Mi Instagram

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7 comentarios

  1. El cliente tiene la razón… hasta que deja de tenerla. Una cosa es que el cliente exija calidad en el trabajo, a lo que tiene derecho, y otra, que se dedique a tocar las pelotas con la excusa de que está pagando…

  2. A mi me pasó una cosa super curiosa: estabamos unos colegas (yo de prácticas) traduciendo en equipo un manual sobre unos raíles del metro de Bilbao, nos lo mandaron en pdf cosa que obliga a pasarlo a doc, traducirlo y finalmente, pasarlo a pdf y ajustar el maldito formato. Pues bien, a puntito de mandarlo al cliente cuando la secretaria, tan pastosa al hablar y tan delirante en halagos, nos dijo que nos enviaban el glosario ¡Magnífico! Y encima lo querían para las 9 de la mañana del día siguiente…por mucho cliente que sea, eso no se hace..

    Ana
    P.D.: Pablo te envié un correo hace unos días a la dire de este blog para comentarte una cosa lo has recibido?

  3. Pablo Muñoz Sánchez dice:

    Por cierto, se me olvidó agregar que el cliente también puede tener más razón que nosotros según sus intereses. Por ejemplo, hace poco traduje un folleto de instrucciones de tan sólo una página (muy poquitas palabras) y para no repetir tanto la marca del producto utilizaba el término que designaba el producto y luego el cliente dijo que dónde estaba la marca de su producto en la tercer paso. La verdad es que en cuestiones de márketing esas cosas importan, así que hice la modificación pertinente ipso facto y aprendí la lección (los traductores vivimos en un constante aprendizaje).

    Tranquila Ana, luego te contesto, que es que he estado de viaje y las últimas entradas del blog estaban programadas 😛

  4. Yo creo que en estos casos el cliente tiene la razón siempre y cuando sea razonable.

    Me explico. Si me manda un glosario en el que dice que “machine” debe traducirse por “extraño artefacto”, yo siempre traduciré “machine” por “extraño artefacto”.

    Si no me manda ningún glosario, o si me lo manda pero no aparece el término “machine”. Traduciré “machine” por lo que crea más oportuno en cada ocasión.

    Si me he pasado dos días haciendo una traducción, he traducido 100 veces la palabra “machine” y, al tercer día, me manda un glosario actualizado donde dice que “machine” ahora se traduce por “artefacto rojo”, le diré muy amablemente que no tengo ningún problema en hacer el cambio, pero que tiene que entender que es posible que en lugar de entregar la traducción el martes, la entregue el miércoles.

    Algunos clientes montan en cólera y se llevan las manos a la cabeza porque es un retraso imperdonable. Si ese es el caso, le diré que si necesita que cumpla el plazo que pactamos, no tendré en cuenta el glosario nuevo. A partir de ahí, es decisión suya si prefiere que entregue más tarde o que actualice la traducción.

    De todos modos, hasta el momento siempre he topado con clientes que entran en razón y te permiten entregar un poco más tarde si “te tocan las narices” en el último momento. (Cruzo los dedos)

    Hay que tener en cuenta que el cliente necesita la traducción (y muchas veces sólo es un intermediario entre el traductor outsource y el cliente final). Por lo tanto, lo más probable es que sea razonable.

  5. El cliente no siempre tiene la razón, y el traductor a menudo tiene que tragar con eso y más. Lo ideal es poder negociar y que el cliente sea un ente razonable que entienda todas estas cosas que comentáis.
    Por desgracia, la gente razonable no abunda en este jodido mundo.
    Que lo traduzcan bien y con gusto.

  6. sadieblackeyes dice:

    El cliente final muchas veces no conoce el sector de la traducción y no entiende el tema de los plazos. Muchas veces no saben el retraso que puede ocasionar mandar un glosario o material de referencia poco antes de que acabe el plazo de entrega. Creo que si el cliente se preocupa por una calidad final buena debe también aprender un poco del sector, sobre los tiempos, el material necesario previo a la traducción, etc.
    Es labor del traductor “enseñar” al cliente este tipo de cosas y labor del cliente “aprender” las necesidades de nuestro trabajo.
    gran artículo.
    saludos.

  7. ¡Hola!

    Bueno, esto es un poco “fifty-fifty” porque muchos clientes pasan de todo eso… Lo bonito es poder enseñarles que las cosas no son como ellos querrían si hay retrasos y demás, pero no siempre es el caso. Pero precisamente ahí estamos nosotros, para que cambien de idea. 🙂

    Saludos,

    Pablo

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