Algo más que traducir
Blog sobre traducción profesional, localización de videojuegos, software, aplicaciones móviles, sitios web y tecnologías de la traducción por Pablo MuñozTraductor inglés-español especializado en localización

Diversificar para triunfar: no todo es traducir

Huevos cesta traducción

Creo que, con mucho esfuerzo, es posible dedicarse a traducir a tiempo completo como autónomo (en plantilla se supone que ya lo haces). Aunque los principios suelen ser difíciles, el resto del camino tampoco es moco de pavo: si hay algo permanente en la vida de un autónomo es la incertidumbre. Hoy te va todo estupendamente y tienes que rechazar trabajo y la semana que viene te quedas a dos velas esperando a que algún cliente se acuerde de ti.

Pero la pregunta que a lo mejor no te has planteado es la siguiente: si fuera posible, ¿te gustaría traducir 6-8 horas al día durante el resto de tu vida? Y aún más importante: ¿realmente es posible dedicarse toda la vida a traducir con unos ingresos constantes?

Diversifica tus fuentes de ingresos para evitar mejor una crisis

Seguro que has escuchado más de una vez lo de «no pongas todos los huevos en la misma cesta». Esta entrada de Problogger lo explica muy bien desde el punto de vista del marketing online.

Pues bien: ¿y si te digo que hay muchísimas más cosas aparte de traducir para ganarse la vida? Vivimos obsesionados con las tarifas, las dudas terminológicas, los traductores que se pelean (a mí también me asusta), etc., pero hay un mundo mucho más amplio ahí fuera. Las competencias de un traductor nos permiten ofrecer otro tipo de servicios, como podría ser la gestión de proyectos o la redacción de contenidos sobre un campo afín a nuestras especialidades. Otro ejemplo bastante común es ofrecer clases de idiomas.

No dedicarse exclusivamente a la traducción a veces puede ser nuestra salvación. Trabajar a media jornada en una academia o gestionando proyectos puede ser una gran forma de diversificar ingresos y paliar un poco la falta de clientes de traducción, sobre todo cuando se está empezando.

Más sano (mentalmente) es intentar ganarte la vida de otras formas que a priori no parecen tan relacionadas con la traducción, como podría ser la redacción SEO, la gestión de redes sociales y comunidades de Internet o el marketing online. Xosé Castro es precisamente un traductor que fomenta esta idea de diversificar en sus charlas, y no en vano podemos algo así en su LinkedIn (la foto es para identificarle, no sale ahí):

Xosé Castro

Las pasiones cambian

A principios del año pasado leí una entrada en inglés de Miguel Hernández sobre 5 pasos que te ayudarán a descubrir tu verdadera pasión que me inspiró sobremanera. Recuerdo muy un buen fragmento en el que decía que las pasiones cambian: puede que con 16 años te regalen una cámara réflex y te desvivas por la fotografía. Sin embargo, cuando tienes 30 años, aunque te siga gustando la fotografía, quizás no cojas la cámara como aquella primera vez. Quizás quieras evolucionar. Yo no podría estar 30 años en un mismo puesto de trabajo como antiguamente.

Creo que lo mismo se puede aplicar a los traductores. Con 14 años, mi ilusión era traducir videojuegos. Con casi 29 años ya, habiendo empezado en la profesión desde los 22 años, traducir videojuegos sigue siendo mi pasión, pero he descubierto nuevos intereses con los que creo que es posible ganarse la vida. Siempre dije que jamás enseñaría, pero el caso es que me encanta dar clase de lo mío, y por eso me siento afortunado de ser profesor colaborador del METAV y del ISTRAD, así como de haber impartido varios cursos de localización en Interpunct y otras instituciones como APTIC, aparte de haber sido valiente y crear mi propio curso de localización de videojuegos.

Pero ya no es solo eso. Gracias al blog he aprendido mucho sobre gestores de contenidos (WordPress sobre todo), SEO y marketing online, entre otros. Y eso me ha brindado nuevas oportunidades que nunca pensé, como impartir tres ediciones de un curso de iniciación de community management para la empresa almeriense Lakkun Formación. Puede que no fuera el mejor, pero en ese momento era el adecuado, como dice Yoriento. En Internet hoy hay muchas posibilidades para todos.

Cambios y traducción

No te la juegues con una única especialidad

Posiblemente habrás escuchado que un gran consejo es especializarse. Y estoy de acuerdo. Sin embargo, yo voy más allá: especialízate en varias cosas. Hace unos años, traducir videojuegos no era tan común, pero hoy en día hay mucha gente interesada en esta rama de la traducción. Si no me equivoco, es lo mismo que le sucedió a la traducción audiovisual cuando se produjo la explosión de los contenidos con la televisión digital y el DVD. Por esa razón, también me dedico a la localización de software (hoy en día, sobre todo de aplicaciones móviles) y, en la medida de la posible, traduzco cosas relacionadas con la tecnología, otra de mis pasiones. Si de repente hay mucha competencia y baja el trabajo, ya tienes tu plan B.

Existe otra ventaja de especializarse en varios ámbitos: probablemente los clientes también serán distintos. Si de por sí dedicarse a una única especialidad o profesión tiene sus peligros, no quiero pensar lo que es confiar tus ingresos a uno o dos clientes solamente. Si uno decide prescindir de ti por cualquier razón, estás vendido. Sin embargo, si trabajas para distintas empresas de diferentes especialidades, la pérdida de un cliente será un bache del que podrás recuperarte más fácilmente.

Especialista

¿Ya diversificas tus fuentes de ingresos?

Cuéntame entonces cómo lo haces para enriquecer el debate. Cualquier idea es bienvenida. 😉

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Pablo Muñoz Sánchez

Pablo Muñoz Sánchez

English > Spanish Game Translator
Soy traductor inglés > español con más de 15 años de experiencia especializado en localización de videojuegos y software. He traducido juegos como Metroid y Fire Emblem y ahora trabajo, entre otras cosas, como especialista en control de calidad para Google a través de Vistatec. También soy cofundador de Traduversia, una plataforma de cursos online para traductores. Más sobre mí | Mi libro de localización | Mi Instagram

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Localización y traducción audiovisual: primeros pasos y trucos ninja

28 comentarios

  1. ¡Hola, Pablo!

    Estoy de acuerdo en que diversificar es importante. Últimamente he visto a algunos estudiantes obsesionados con un solo tipo de traducción, normalmente la literaria o la de videojuegos, y me han dado ganas de decirle: “Ey, que os vais a pegar el batacazo”.

    Mi caso es un poco raro porque estoy estudiando un máster en traducción audiovisual pero además me encanta la medicina. De hecho, antes de empezar bachillerato dudé qué rama elegir porque no sabía si estudiar Medicina o Traducción. Por este motivo, en un futuro, me gustaría hacer algo con esa otra especialidad que me gustaría tener aunque, por suerte, ya he podido traducir algún texto relacionado con la medicina.

    Actualmente, lo que yo hago para tener una fuente de ingresos alternativa a la traducción es dar clases de inglés en una academia. Como acabo de empezar como autónoma es una forma de tener un sueldo fijo todos los meses. Lo que sí es verdad es que si comparo la traducción con dar clases me quedo claramente con lo primero. Precisamente hoy tengo que preparar una clase de inglés y no me apetece nada en absoluto. Sin embargo, si me llegase un encargo de traducción, fuese de lo que fuese, podría tirarme horas y horas delante del ordenador traduciendo 🙂

    • Hola, Elena:

      Efectivamente, así es. Por algo en la carrera se hacen todo tipo de traducciones para que al menos te suene algo de cada campo. 🙂 Creo que hay que aspirar a una especialidad-sueño, pero vaya, tampoco hay que dejar de lado el resto, sobre todo si estamos empezando, pues a veces es el propio mercado el que te especializa.

      Me parece genial combinar la traducción audiovisual con la medicina: ¡el combo perfecto! Y ya no te digo si te toca una serie tipo House o Urgencias. 😛

      A veces, sobre todo al principio, es normal tener que ganarse el pan con otra actividad, pero precisamente creo que es un buen estímulo para no desesperarse, porque creo que como autónomo las cosas van poco a poco, porque una agencia no cambia a sus proveedores de repente. Al menos lo veo así. Más adelante lo ideal es centrarte en lo que te gusta de verdad, que es la traducción, pero nunca está de más probar cosas nuevas para así asegurarte unos ingresillos extra. 🙂

  2. Sara Bueno Carrero dice:

    Oye, gracias por el enlace a la extraña conversación en Twitter que inicié el otro día y que demostró que los traductores estamos todos un poco tocados del ala 😛 . En cuanto al contenido de la entrada, estoy muy de acuerdo contigo en lo de diversificar los campos de especialidad. Siempre me ha parecido muy arriesgado (y muy aburrido) hacer exclusivamente una especialidad, sobre todo si son de las que están más de moda (como TAV o videojuegos), así que siempre viene bien repartir tu experiencia y conocimientos en más de un ámbito de especialidad y nunca cerrarse a cosas nuevas.

    Eso sí, yo no me veo haciendo otra cosa que no sea traducir, porque creo que es lo único que hago medianamente bien en esta vida. De hecho, para mí (y lo recalco, personalmente) el éxito profesional se mide en ser capaz de poder vivir exclusivamente de lo que te gusta (en mi caso, la traducción), y que si haces otras cosas además de traducir sea porque te gustan tanto o más, no porque las necesites para poder pagar el alquiler porque con la traducción no te llega. Obviamente, esto es distinto para aquellos a los que os encantan otras cosas, como la enseñanza, y tenéis vocación por varias disciplinas. Pero en mi caso, tener que buscarme otras fuentes de ingresos fuera de la traducción, que es la única profesión que me gusta, sería un fracaso, muestra de que no soy lo bastante buena como para dedicarme a ello. De momento, no me he visto en esa situación, pero toquemos madera, que nunca se sabe, y siempre puede llegar una mala racha, de las que nadie está exento.

    • Hola, Sara:

      Si es que Twitter tiene un peligro… 😉 Ya ves, ¡quién me iba a decir que en unos años todo el mundo quería traducir videojuegos! Al parecer no era el único con 14 años interesado en el tema. 😀 Me encanta traducir videojuegos, pero sí, no hay que cerrarse a nada. Además, que también me encanta la tecnología, mucho más que antes (lo que se traduce en dejarse más los cuartos, ejem…).

      Sobre lo de solo traducir, estoy de acuerdo contigo y supongo que será el caso de muchos traductores. Yo pensaba así hasta hace unos años, y precisamente he publicado esta entrada para ver el caso de otras personas. No sé, será que por ahora que llevo ya años en esto, no me disgusta la idea de probar cosas nuevas, aunque siempre teniendo en cuenta que lo mío es traducir. Cuando me puse a grabar y editar para el curso online, la verdad es que lo pasé muy, muy mal al principio, pero mira, al final lo conseguí y disfruté mucho. Era una época baja de trabajo a la que no estaba acostumbrado y decidí probar algo nuevo mientras la cosa volvía a la normalidad. La cuestión es esa, tener un plan B en caso necesario… y nunca necesitarlo a ser posible, claro. 🙂

  3. Un gran artículo, Pablo.

    Yo también creo que es posible vivir de la traducción pero que no es mala idea poner las miras en otras alternativas que nos faciliten el panorama o que contribuyan a nuestros bolsillos. Creo que existen muchas oportunidades ahí fuera para quien está dispuesto a buscarlas.

    Sin embargo, no estoy del todo de acuerdo en la diversificación de especialidades temáticas. En mi opinión, quien mucho abarca poco aprieta y es preferible cubrir dos o tres campos para que, al ceñirte a ellos, te conviertas en el profesional de referencia de dichos campos, de cara a tus clientes. O, por lo menos, puedas demostrar unas capacidades brillantes para asegurar la satisfacción de tus clientes, así como su confianza en ti.

    Otra cuestión es la diversificación en lo que respecta a ámbitos y capacidades profesionales, y en este punto sí estoy totalmente de acuerdo contigo. Creo que es muy importante complementar nuestras capacidades de traductores con otras en, por ejemplo, marketing, o en gestión de clientes, o en creación de contenidos, o en cualquier otra cosa que nos permita pivotar en caso de que sea necesario o de que, simplemente, nosotros mismos lo deseemos.

    Como bien dices, no me veo haciendo lo mismo durante 30 años y uno de mis objetivos de 2014 es adquirir nuevas competencias profesionales que me permitan ampliar mis posibilidades laborales.

    Además, como ya sabemos, los autónomos tenemos que hacer muchas cosas por nosotros mismos y, aunque algunas cosas conviene externalizarlas, es innegable que necesitamos adquirir conocimientos muy diversos.

    Un abrazo.

    Lourdes

  4. ¡Hola, Lourdes!

    Gracias por comentar. 🙂 Con lo de las diferentes especializaciones, bueno, quizás no lo he expuesto bien, pero precisamente me refería a tener unas dos o tres especialidades como máximo. Está claro que quien quiere abarcar muchas cosas al final es maestro de nada (igual que con traducir de y a demsiados idiomas). Me refería a que centrarse únicamente en una puede traernos problemas en el futuro si de repente se desploma la cosa.

    ¡Ánimo en este 2014 con esas nuevas habilidades! Yo también quiere aprender y probar cosas nuevas, 😉

    Un saludo,

    Pablo

  5. Paloma dice:

    Hola!
    Me ha encantado tu post. Desde que entramos en la carrera siempre nos han dicho que nos especialicemos, pero también que busquemos todas las vías de las que disponemos para salir adelante y trabajar de lo que nos gusta.
    Mi caso es un poco diferente, pero viene muy al pelo de lo que escribes: Cuando estuve de Erasmus en 3º de carrera, descubrí que eso de estar sentada traduciendo horas y horas no era lo mío, así que hice un máster en comercio exterior, la idea es utilizar el conocimiento de idiomas y culturas diferentes para que las empresas puedan vender sus productos fuera de nuestras fronteras. La importación y exportación necesita de gente como nosotros también y que estén dispuestos a seguir aprendiendo.

    Ahora, estoy “especializándome” en todo lo relacionado con e-commerce, marketing online, SEO, etc. que comentas, donde creo que los que hemos estudiado traducción (aunque no ejerzamos) tenemos mucho potencial y mucho que decir….

    También se te ha olvidado que aunque parezca raro, podemos trabajar en organizaciones de eventos tanto nacionales como internacionales. Hay muchos cursos de protocolo y protocolo internacional que seguro gustan a más de uno y nos pueden ayudar mucho a seguir diversificando la cesta.

    Yo no soy autónoma, pero creo que la especialización y diversificación (aunque suenen antónimos yo no los veo así) es muy importante en estos días que corren para todos.

    Un saludo!

    Paloma

    • ¡Hola, Paloma!

      Me alegro de que te haya gustado la entrada. 🙂 Precisamente cuando estudiaba en Granada (en 2007…) había mucha gente que se estaba planteando la posibilidad de hacer un máster sobre comercio exterior y luego se colocaron. Preguntando a diferentes compañeros, también me han dicho que han encontrado oportunidades en este sector, así que no me parece naaada descabellado tu planteamiento. Lo mismo puedo decir del protocolo. 😉

      Hay que tener en cuenta que diversos informes (no te puedo dar uno ahora, pero están ahí sí se buscan) cuentan que una gran parte de los licenciados/graduados en TeI acaban haciendo otra cosa diferente a traducir, así que está bien recordar que hay muchas más posibilidades que traducir para un traductor.

      Un saludo,

      Pablo

  6. Hola Pablo:

    Una entrada muy interesante. Efectivamente, los huevos de nuestras cestas tienen que estar lo más repartidos posibles, y eso incluye, siempre que nuestra economía lo permita, no depender de una fuente en más de un 25 %. También ayuda ser algo paranoico y pensar: si mañana Google inventara un traductor que nos mandara a todos al paro, ¿qué podría hacer con mi vida profesional y cuánto tiempo tendría para ello antes de pasarlo mal? Igual es ir por la vida con negatividad, pero es una idea que me ronda mucha la cabeza a costa de ver a gente mayor con largas carreras profesionales que se ha quedado en paro después de toda la vida trabajando.

    • Hola, Olli:

      ¡Eso es! Hay muchas profesiones y sectores que han visto una transformación total con la evolución de las tecnologías. Se me viene a la cabeza el caso del periodismo o los sectores de los libros (en papel) y la música. Ahora está empezando la fiebre de los relojes inteligentes, y vete tú a saber si en unos años evolucionan tanto en diseño como en funcionalidad y empieza una guerra con los relojes de diseño de toda la vida. Lo mismo nos puede pasar a nosotros. Por eso, incluso si solo nos dedicamos a traducir porque es lo mejor se nos da o nos llena como comenta Sara más arriba, es bueno tener diversos clientes y especialidades pensando no solo en el presente, sino en el futuro.

      Un saludo,

      Pablo

  7. Hola Pablo:

    Aprovecho tu entrada para pedirte opinión sobre algo que me lleva rondando la cabeza un tiempo. Yo también soy traductora (licenciada por cierto en la misma maravillosa facultad que tú =D) y había pensado en hacer un máster.

    Después de darle muchas vueltas, creo haber llegado a la conclusión de que prefiero seguir formándome en traducción a través de cursos y, por otro lado, diversificar a través de este máster. Había pensado en algo tipo gestión comercial y marketing. ¿Qué te parece esta idea? ¿Recomendarías hacer efectivamente un máster de algo diferente y cursos para el tema de la traducción? ¿Crees que marketing sería una buena opción con la que complementar tus estudios de traducción de cara a trabajar quizás en una empresa o crees que buscan algo diferente?

    Muchas gracias de antemano.

    Saludos,

    Marta

  8. ¡Hola, Marta! Veo que tienes un montón de cosas hechas por tu LinkedIn. Creo que también compartimos el ser becarios de la facultad para el mantenimiento de la web y la guía del alumnado, ja, ja, ja. 😀

    Sobre el máster en gestión comercial y marketing, a mí me parece buena idea. Eso sí, tienes que tener claro dónde te gustaría trabajar y en qué (que no tiene por qué ser necesariamente lo mismo). De antemano te digo que muchas veces son los propios de marketing quienes contratan a traductores, y ver un perfil de alguien que ha estudiado TeI y marketing suma muchos puntos, ya que a veces los traductores somos muy puristas y el marketing va por otros tiros (lo digo porque trabajo desde hace años como traductor externo para un departamento de marketing de una empresa reconocida y gracias a eso he cambiado el chip). Además, creo que cualquier experiencia o formación en marketing es fundamental para ayudar a venderte si quieres ser traductora autónoma, por ejemplo.

    Imagino que hoy en día hay que tener cuidado sobre qué máster se elige, ya que seguro que hay miles sobre marketing: ahí ya no te puedo ayudar, porque no conozco tanto. Pero vamos, que si yo tuviera todo el tiempo del mundo, estudiaría un añito sobre marketing y publicidad (cosa que jamás me habría planteado al terminar la carrera, pero tenía una visión muy diferente a la que tengo ahora). Ya depende de cada uno, pero vaya, si te interesa, ¡adelante! 😉

    Un saludo,

    Pablo

    • Ángel dice:

      Hola a todos:

      Se suma a esta conversación otro licenciado en la FTI de la UGR para, de alguna manera, sentarme con vosotros a conversar como si estuviéramos con un buen café gigante en el Bohemia de la Plaza de los Lobos o en el que había en la calle que está a la derecha. ¡Que rico… estaba!

      Hace ya unas semanas que leo este foro, al cual creo que me sumaré más a menudo y hoy he decidido escribir a raíz de lo que decís Marta y tú. Sinceramente, yo tengo una idea parecida a la de la compañera, pero más me gustaría muy brevemente contar mi caso y formular una pregunta.

      Cierto que es bueno diversificar. Quién me iba a decir que tras cuatro años entusiastas en Granada y uno en Rusia acabaría en este país enseñando, principalmente español o TPT, otros tantos años como los que ya llevo. Sin embargo, mi pequeña experiencia me dice que diversificar nunca debe hacerte perder el norte respecto a la TeI como ha sucedido en mi caso.

      Igualmente, he estado mirado programas de Máster, leyendo opiniones aquí y allá, gente a favor, gente en contra… Lo sigo haciendo. En cualquier caso, hay una duda que me tiene bastante “entretenido” ahora que quiero dejar atrás este trabajo. ¿Habría que acercarse a uno relacionado con lo nuestro como el que oferta Alcalá de Henares que incluye ruso? Aquí trabajo principalmente este idioma, en la universidad o en alguna cosa puntual de TeI, pero ¿4.000 euros para tan pocas horas merece la pena? ¿No será que de esto ya hablamos en la calle Puentezuelas? Por el contrario, ¿sería más adecuado diversificarse, como hablamos en esta entrada, y hacer uno que combine el Derecho y Comercio Internacional que son las áreas que me gustan especialmente? La pregunta, como veis, está muy mal formulada porque es mucho más compleja, pero la dejo caer por si tenéis tiempo y queréis compartir vuestra opinión. El mercado, el mercado…¿qué mercado?

      Saludos desde Rusia,
      Ángel

      • ¡Hola, Ángel!

        Ah, el Bohemia… ¡¡Qué grandes recuerdos!! Yo iba más al que estaba al lado de la facultad, el que estaba en la Plaza de los Lobos lo pusieron poco antes de que yo acabara la carrera. 😀

        Estoy de acuerdo en que, aunque es bueno diversificar, tampoco debes perder el norte totalmente. Está bien dar clase sobre idiomas o dar cursos de traducción, pero tampoco vamos a ejercer de mecánico, claro. 🙂

        Respecto a lo que comentas del ruso, ya depende de si te quieres quedar allí una buena temporada o trabajar desde España. Tienes que tener muy claro que irías a por todas si pagas 4000 € por un máster a menos que tengas dinero de sobra, claro. Yo me gasté algo así para el METAV (de traducción audiovisual), pero porque tenía liquidez y tiempo (era cuando trabajaba en Nintendo). Supongo que en los másteres a veces se hacen contactos que te pueden llevar a otro nivel (y sí, contactos, no enchufes), pero no sé cómo será el caso de la interpretación y menos del ruso.

        Dicho lo cual, yo creo que le sacarás mucho más partido a un máster de Derecho y Comercio Internacional que a uno de traducción/interpretación. Está claro que en uno de esos perfeccionarías mucho más las técnicas, pero a veces lo que nos falla es la verdadera especialización. Si encima dices que te gusta el tema, pues ya ni te cuento. Yo lo haría con miras a trabajar para clientes directos o empresas importantes de interpretación, no pequeñas agencias. O sea, digamos que un máster especializado es lo que te puede diferenciar de acabar trabajando para una agencia en plantilla o de autónomo o dentro de una empresa del sector.

        Pero sí… Doy fe de que estas cosas se hablarían mejor en la calle Puentezuelas. O mejor aún: en el Sancho. 😀

        Un saludo y aquí nos tienes,

        Pablo

        • Ángel dice:

          Hola de nuevo, Pablo:

          Agradezco muy sinceramente tu respuesta. Por cierto, bonito blog, creo que me pasaré a menudo. Tiene temas bien buenos.

          Permíteme en primer lugar hacer un comentario tipo Puentezuelas. El Bohemia de la Plaza de los Lobos lo pusieron también en mi último o penúltimo año, como mucho, por lo que creo que nos licenciamos con poco tiempo de diferencia. El que suscribe en 2009. El Sancho, el Sancho… desde luego que si… y sus tapas con pan bueno… Si, de acuerdo… es que desde aquí se ve todo de otra manera.

          Llevo cuatro años seguidos en Rusia en los que he tenido interpretaciones habituales, si se pueden llamar así y juradas desde España. Sin embargo, si me refiero al tema del Máster es por el hecho de volver con fuerza a complementar Granada con teoría para obtener más práctica. En fin, ya me entiendes.

          Los contactos que se puedan hacer en Alcalá… El Máster pinta muy bien, de verdad, con sus premios y tal, parece exclusivo, muy interesante… Para nada descartable. Sin embargo, me parece poco, digamos, cargado de especialidad y mucho de generalidad, por decirlo de alguna manera. Ya veremos.

          En fin, no quiero alargarme más. Lo que nos gusta escribir… Muchas gracias por tu comentario nuevamente. Parece muy lógico y en gran parte coincido con lo que formulas. Seguiremos buscando porque el que busca, encuentra.

          Un saludo,
          Ángel

          • Hola de nuevo, Ángel:

            Je, je, me alegro de que te guste el aspecto del blog… y el contenido. 😀

            Yo me licencié en 2007, así que tan solo nos llevamos 2 años diferencia. Seguro que habremos coincidido por los pasillos alguna vez… sin darnos cuenta, claro.

            Volviendo al tema de los másteres, efectivamente, cuesta sopesar ventajas e inconvenientes, sobre todo si ya tienes cierta experiencia profesional. Hay que tener en cuenta que ahora con los grados el máster es más necesario quizás que antes. Lo mejor sería intentar ponerse en contacto con algún alumno del año pasado, aunque no sé qué tan difícil será eso. Puedes preguntar en el grupo de Facebook “Forotraducción”, porque ahí está todo Dios metido y quizás alguien sepa algo.

            ¡Estamos en contacto!

            Pablo

  9. Excelente articulo, ese no es solo problema de traductores, lo veo como un problema general del autónomo “artesano”, autónomo artesano es todo aquel que trabaja en lo que podría ser su hobby. Si hay que diversificar y ahora mas que nunca.
    Saludos.

  10. Gracias por tu respuesta, Pablo. Sí, vaya telita lo de la guía del alumnado…Uff, uff, jaja.

    Pues la verdad es que me gustaría trabajar en una empresa haciendo algo así, por ejemplo, mantenerles la web y las redes sociales y traducirles todo lo que vaya saliendo. Bueno, pues anoto el máster como una posible buena idea entonces.

    Muchas gracias de nuevo y seguimos en contacto por LinkedIn.

    Saludos,

    Marta Bellido Armenteros

  11. ¡Hola, Pablo!

    Sigo tu blog desde que empecé a trabajar como traductora y siempre me ha sido de mucha ayuda, pero es la primera vez que me animo a comentar.

    Me ha gustado mucho esta entrada. Diversificar la oferta de servicios se ha convertido en mi obsesión desde que dejé mi trabajo en plantilla para dedicarme exclusivamente a mis clientes. En mi caso, he decidido no ampliar el abanico de especialidades, sino centrarme en mi primera formación y especialidad (el derecho) para desarrollar nuevos servicios (cursos de francés jurídico, redacción de artículos para bufetes de abogados, auditoría lingüística, etc.).
    Desarrollar más servicios requiere bastante tiempo, porque al etiquetarnos como “traductor”, los clientes no piensan en encargarnos otro tipo de proyectos.

    Si pensáis diversificar vuestra oferta os recomiendo empezar por preguntar a vuestros clientes actuales qué tipos de servicios necesitarían, pero no encuentran en el mercado o no están satisfechos con la oferta existente. Es más fácil vender un nuevo servicio a un cliente satisfecho con nuestro trabajo que buscar un cliente nuevo, sobre todo si aún no tenemos mucha experiencia o referencias en esta nueva actividad.

    Personalmente me encanta poder llevar a cabo proyectos que no sean solo traducciones. Primero porque así no me aburro (no me gusta hacer siempre lo mismo). Segundo porque al centrarme en mi especialidad lo que voy aprendiendo en un proyecto de traducción me sirve después para los artículos, las clases, los blogs, etc., y viceversa. Y por supuesto, como bien subrayas permite diversificar mis fuentes de ingresos.

    Me doy cuenta que cada vez me gusta más enseñar y este año quiero dedicar mucho más tiempo a la creación de los cursos.

    Un saludo
    Lucie

    • ¡Hola, Lucie!

      Vaya, ¡muchas gracias por animarte a comentar por primera vez entonces! Me alegro de que seas seguidora del blog desde hace tiempo. 🙂

      Me ha gustado mucho tu caso, ya que a mí me ha pasado un poco más de lo mismo, pues diversifico dentro de mis especialidades gracias a la creación de cursos o a la asistencia de congresos como conferenciante. No me había planteado lo de preguntar a los propios clientes si necesitarían algo más, porque seguro que muchas veces es el caso. No es la primera vez que un cliente me ha dicho “luego le pasamos tu traducción al maquetador” y yo me he apresurado a contestar que, si el documento es sencillo, lo puedo hacer yo mismo, ya que tengo capacidad para maquetar en InDesign textos medianamente simples.

      Lo que está claro es que nos tenemos que poner las pilas para no caer en la rutina mientras los demás se forman en otras materias. 😉

      Un saludo y gracias por comentar,

      Pablo

  12. Alejandro Sánchez Corrales dice:

    Hola, Pablo:
    Te sigo desde hace tiempo, pero es la primera vez (con cierta timidez) que me animo a comentar.
    Con respecto al tema de la entrada (y también un poco “off-topic”), quisiera preguntarte algunas dudas. Llevo un tiempo formándome como traductor de manera independiente, puesto que no me es posible, como me gustaría, estudiar la carrera. Mis preguntas son las siguientes:
    1.- ¿Crees que ser autodidacto es una gran desventaja a la hora de dedicarse a la
    traducción?
    2.- ¿Te parece que diversificar los servicios podría ser una buena decisión en mi
    caso?
    3.- ¿Qué otras medidas conoces o se te ocurren para compensar la carencia de
    título universitario?

    Muchas gracias de antemano.

    • Hola, Alejandro:

      Me alegro de que te hayas animado a comentar después de tanto tiempo. 🙂

      En cuanto a tus preguntas, la verdad es que pienso que ser autodidacta es fundamental para ser traductor. Está bien hacer curso, pero uno tiene que seguir formándose por su cuenta probando cosas y leyendo mucho además de la formación reglada. En ese sentido, desde luego que ser autodidacta es una gran ventaja.

      Diversificar servicios es otra de las cosas fundamentales hoy en día para un traductores. Hay millones de traductores hoy en día, pero que ofrezcan una serie de servicios concretos y más específicos (como podría ser la maquetación de textos) es ya otra historia. Hoy en día ofrecer varios servicios lo veo muy necesario para sobrevivir.

      Y respecto a la carencia universitaria, aunque sería ideal, creo que lo puedes compensar con mucha experiencia. Probablemente te será más difícil, pero ni mucho menos imposible. Traduce por tu cuenta cosas que te gusten, lee mucho, practica, intenta traducir proyectos pequeños aunque no compensen mucho económicamente, etc. Por algo pongo la experiencia antes que la formación en mi CV, y es que la considero mucho más importante.llegado a cierto nivel.

      Bueno, ¡espero haberte animado! 🙂

      Un saludo,

      Pablo

      • Alejandro Sánchez Corrales dice:

        Muchas gracias, Pablo, por tomarte la molestia en contestar (y además, tan rápido). La verdad es que sí que me has animado.
        Saludos,

        Alejandro.

  13. ¡Hola!

    Me permito aportar mi punto de vista a Alejandro, porque tampoco soy licenciada en Traducción e Interpretación.

    Creo que puedes compensar la carencia de título de licenciado en TeI por un máster en Traducción que sea de tu especialidad (por ejemplo, existen varios en traducción médica o jurídica, a los que pueden acceder médicos o juristas).

    También puedes cursar una formación más corta y económica impartida por alguna academia reconocida en el sector como Cálamo&Cran.

    Y por fin, creo que cuando uno no tiene experiencia, es importante buscarse un mentor que pueda corregir nuestras traducciones, sobre todo si se trabaja con clientes directos.

    Te deseo mucho éxito.

    Un saludo,
    Lucie

  14. Interesante; hace poco decidí empezar un trabajo en un colegio y una de mis colegas me dijo algo que me pareció muy cierto: las prioridades no cambian solo se modifican. Yo creo que las pasiones no cambian, solo se van modificando como nuestras prioridades.

    Si bien es cierto que no debemos dejar los que nos apasiona de lado, el actualizarnos e irnos metiendo en diferentes trabajos va a ser siempre mejor que solo tener uno. Al final de cuentas como lo mencionas en tu entrada, tener un solo trabajo y confiar en este muchas veces no es la mejor elección. Entre más áreas exploremos mas oportunidades de ganarnos la chuleta tenemos.

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