Algo más que traducir
Blog sobre traducción profesional, localización de videojuegos, software, aplicaciones móviles, sitios web y tecnologías de la traducción por Pablo MuñozTraductor inglés-español especializado en localización

Tu relación con los clientes

Cuando uno lee un título como este, seguramente se espere la típica lista sobre qué hacer para fidelizar clientes o algo por el estilo. Sin embargo, aunque está claro que fidelizar nos interesa, me gustaría tratar el tema de otra forma.

Con los clientes me pasa como con los amigos de verdad: tengo pocos, pero los que tengo son, en general, de los que se acuerdan de ti pase lo que pase. Aunque hay que diversificar para tener los huevos en diferentes cestas por si alguna se rompe, creo que es mejor ofrecer un gran servicio a unos clientes que te valoran de verdad antes que acaparar todo lo que puedas. Menos clientes a veces es más valor. Por supuesto, llegar a eso no es nada fácil, y solo el tiempo y nuestro buen hacer nos permitirán llegar a ese nivel.

Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, me gustaría analizar por qué unos clientes, sobre todo agencias, se quedan contigo cuando hay muchos más como tú que seguro que hacen un trabajo igual de bien al mismo precio o incluso un poco menos. ¿Qué les hace sentir que tengas ganas de volver?

Pues creo que es la familiaridad. Porque, si os soy sincero, a mí eso de decir “mi cliente” la verdad es que no me gusta del todo. Me suena a abogado. Yo prefiero pensar que hay una serie de personas que se llevan bien conmigo que saben que soy traductor y que me llaman cuando me necesitan. Hay que pagar, claro, pero dentro de lo que cabe lo entienden porque saben que estarán contentos con el resultado, como cuando tú te vas a tu peluquero de toda la vida porque te gusta cómo te pela y, sobre todo, te gusta charlar con él mientras te pela. O como cuando vas al mismo bar porque, aparte de las cervezas y tapas que te pongan, pasas un rato agradable con el camarero. No te importa dejar propina si tú te sientes como en casa.

¿Por qué no iba a pasar lo mismo en el mundo de la traducción? Esta mañana he estado intercambiando un par de mensajes de trabajo con un gestor de proyectos que conozco de hace poco y, en un inciso, me preguntaba si me compraría la Wii U cuando salga. Al final yo le he acabado contando que este fin de semana me pasé en una tarde el Super Metroid (lo mejor es que no le he contado que la tarde anterior me había pasado el Metroid Fusion) y que él tiene ganas ya de que salga el Halo 4. El lunes me escribió otro gestor de proyectos de la misma empresa para resolver una duda… desde Tailandia. Esta semana él estaba de vacaciones, pero aun así mira el correo de vez en cuando. De hecho, le dije que no fuera como yo, que quitase la conexión de datos del móvil y se fuera a la playa sin pensar en trabajo.

Vale, esta es una empresa de muy buen rollo a la que conozco de hace tiempo. Pero el caso es que, con otros clientes, me pasa más de lo mismo. No todo se reduce a trabajo y más trabajo, sino a que sepas que la persona que hay detrás de un negocio es precisamente eso, una persona. Se es persona antes que trabajador. Quizás yo me paso intentando hacer que la comunicación sea familiar desde el primer momento y eso no siempre funciona (hay un cliente al que no le pongo emoticonos ni me ando con rodeos porque el tío es superserio), pero es que es mi forma de ser y me gusta rodearme con gente de mi mismo rollo. Por ahora no me va nada mal por suerte.

Y es que de eso se trata. Tratando a la gente con la que trabajas como trato a mis amigos parece que me funciona. Evidentemente, tienes que ofrecer un buen servicio para que queden contentos, pero la clave está en que tú seas la primera opción para determinados proyectos antes que otros que lo pueden hacer igual o incluso mejor que tú. Puede que eso de hablar sobre el Metroid vaya en contra de la productividad porque podrías invertir el tiempo en otra cosa, pero es que no solo pienso en el dinero ni en “ofrecer un servicio” cuando estoy trabajando.

Y vosotros, ¿cuál es vuestra relación con la gente que trabajáis? 🙂

¡Comparte esta entrada! 🙂
Share on Facebook
Facebook
0Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pablo Muñoz Sánchez

Pablo Muñoz Sánchez

English > Spanish Game Translator
Soy traductor inglés > español con más de 15 años de experiencia especializado en localización de videojuegos y software. He traducido juegos como Metroid y Fire Emblem y ahora trabajo, entre otras cosas, como especialista en control de calidad para Google a través de Vistatec. También soy cofundador de Traduversia, una plataforma de cursos online para traductores. Más sobre mí | Mi libro de localización | Mi Instagram

¡Apúntate GRATIS al curso online «Localización y traducción audiovisual: primeros pasos y trucos ninja» de Traduversia!

Localización y traducción audiovisual: primeros pasos y trucos ninja

30 comentarios

  1. La verdad es que lo que dices sí que es importante, pero no siempre es fácil cuando te comunicas mediante correo electrónico, como supongo que será la forma de comunicación de casi todos nosotros.
    Por una parte queremos sonar familiares, por otra serios y responsables y el correo tiende a ser muy frío.
    ¿Emoticonos? Uf, no lo sé… Siempre hay con quien no encajarían.
    A veces es complicado.
    Interesante entrada 🙂 (emoticono familiar :P)

    • ¡Hola, Eli!

      Sip, me comunico casi exclusivamente por correo electrónico. 🙂 Precisamente por eso creo que es importante hacer que no sea tan frío. Está claro que hay gente con quien no encajan, pero si hoy casi todo el mundo usa emoticonos en el WhatsApp (hasta mi madre, que casi nunca chatea), ¿por qué no iba a ser lo mismo en el correo?

      Ahí lo dejo. 😛

      Pablo

  2. A mí también me gusta tener un trato familiar con el cliente, aunque a veces resulta complicado. Mi primer correo suele ser neutro y según cómo me contesten, elijo entre ser “neutra” o “maja” xD
    Hasta el momento (tampoco es que haya tenido decenas de clientes), he visto que la gran mayoría responde a la familiaridad con familiaridad y el resto o son formales para siempre o acaban cediendo. El otro día una “clienta superseria” cambió su “un saludo” por “un abrazo”…fue un momento de gran emoción, lo digo en serio 😀
    A ver qué dicen los demás

    • ¡Ja, ja, qué bueno lo de “un abrazo”! 😀

      Sí, está claro que el primer correo es clave para saber cómo tratar a la otra persona. Es genial ver que todo es recíproco en la mayoría de los casos y que se le quita hierro a esa posible frialdad del correo electrónico que comentaba Eli.

      A ver qué dicen los demás, sí. 🙂 Estoy seguro que hay gente que prefiere ser seria a la que le va bien también.

      Pablo

  3. Ayoze. dice:

    ¡Hola, Pablo!

    Muy buena entrada. Comparto contigo todo lo que dices. A mí también me gusta que haya cierta confianza entre mis clientes y yo, que el trato sea bueno, que podamos hablar de otras cosas que no sea trabajo de vez en cuando. Por ejemplo, mis clientes de Londres y Grecia siempre me dicen que si no estoy en la playa, que si hace mucho sol (vivo en Tenerife), y esas cosas son de agradecer entre tanto trabajo. Hace poco me apunté a un curso online y me estuve enviando correos con una secretaria. Tras unos seis correos, en el último me agradeció que la tratara como a una persona y no como una gestora de mi papeleo, que es lo que solían hacer con ella. Justo eso es lo que yo también busco con mis clientes, así que bravo por tu entrada. Tratémonos bien. 😉

    Ayoze.

    • ¡Hola, Azoye!

      Has resumido en un párrafo lo mismo que quería decir yo en 700 palabras. 😀 Efectivamente, estamos tan metidos en esto de trabajar y trabajar que a veces no pensamos que las personas son quienes sacan el trabajo, no los “trabajadores”. Hay que personalizar lo posible para no dar sensación de que se está trabajando, sino más bien disfrutando con lo que haces.

      Por otro lado, nada como agradecer el trabajo de otra persona. Es increíble lo poco que se agradece algo porque se espera que lo hagas. Me recuerda a un libro que me leí en pocas horas llamado How Full is Your Bucket: http://www.amazon.com/Full-Your-Bucket-Positive-Strategies/dp/1595620036

      A todo esto… ¿Cómo es que no estás en la playa? 😛

      Pablo

  4. Esta entrada me identifica plenamente, muchas veces dar el paso inicial en la relción con el cliente cuesta unas cuantas mordeduras de uñas y paseos con el telefono al oído por todo el piso, pensando qué le digo, cómo se lo digo, y por cuánto se lo digo 😉 Gracias por hacer este tema algo más cercano, saludos desde Alemania

  5. Pablo, personalmente estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en esta entrada. Trabajo como gestora de proyectos desde hace más de 7 años y aprecio muchísimos a los traductores que, por email o por teléfono, se muestran cercanos y con sentido del humor. Son muchas horas (días, meses, ect.) las que pasamos todos frente al ordenador y es agradable mantener conversaciones fluídas y amenas con tus colaboradores a la vez que estás trabajando. Por supuesto, la calidad y la profesionalidad se demuestran con un trabajo bien hecho por ambas partes. Tengo que reconocer que cuando tengo que recurrir a un traductor me acuerdo primero de aquel con el que he mantenido una conversación más allá de “¿Puedes encargarte de..?”. Imagino que habrá gestores o clientes directos que prefieran una comunicación del tipo “lo justo y necesario” pero, como dices, siempre hay que ser conscientes de que detrás de cada dirección de correo hay una (o varias) personas.

    ¡Saludos!
    Elena

    • ¡Hola, Elena!

      A mí de hecho lo que me pasa es que es tan estrecha la relación que tenemos que cuando me piden cosas urgentes o medio favores no entro en modo “esta es mi tarifa de urgencia” como algunos dicen hacer, sino que me complace resolverles la papela. Por eso digo que a veces es como la cercanía de un amigo: si veo que tienen un marrón, hago lo posible por resolverlo.

      Está claro que no hay que abusar de esa práctica, pero a mí la verdad es que me gratifica mucho ayudar en esas ocasiones. 🙂

      Un saludo,

      Pablo

  6. ¡Hola Pablo!

    Tienes más razón que un santo. Personalmente, me llevo muy bien mis clientes. De hecho, trabajo para uno de ellos en concreto desde hace tres años y siempre me dice que soy la primera en su lista cuando necesita algo. ¿Por qué? Como bien nos cuentas, además de la calidad del servicio (que no deja de ser fundamental), el trato siempre ha sido excelente, nos contamos qué tal las vacaciones, e incluso, en su último viaje a Roma, me recomendó una pastelería a la que tengo que ir sí o sí.
    Como has dicho antes, somos personas antes que trabajadores.

    ¡Un abrazo!

    Laeticia

    • ¡Hola, Laeticia!

      Eso me recuerda a cuando un cliente me escribió un par de palabras un sábado por si estaba disponible y le dije que estaba en París. Lejos de decir “vaya, pues qué lástima que no puedas hacerlas”, dijo que lo comprendía y me recomendó unos cuantos sitios a los que ir. Me sentí con tanta confianza que, como era muy poco (50 palabras), se las traduje desde el móvil. Seguimos trabajando juntos incluso aunque muchas veces le digo que no estoy disponible. 🙂

      Un saludo,

      Pablo

  7. Un artículo muy interesante, la verdad. Yo también he reflexionado a veces sobre mi relación con los clientes, y he establecido tres niveles:
    1. Los clientes que te tratan fríamente, en la distancia, con las confianzas justas.
    2. Los clientes que te tratan con confianza y cordialidad. Puedes utilizar emoticonos y hasta llegar a quedar con ellos fuera del ámbito laboral.
    3. Los clientes que te tratan con tanta confianza, que hasta se creen tus jefes. Ojo con ellos.

    • ¡Hola, Roger!

      Interesante clasificación la que haces. Me ha gustado especialmente el tercer tipo de clientes, ya que por ahora, por suerte, no he tenido ninguno de estos. Me andaré con ojo. 😉

      Un saludo,

      Pablo

  8. Hola, Pablo:

    Tienes toooooda la razón del mundo, creo en lo mismo que dices y lo tengo confirmado. Ya sabes cómo soy yo también, muy así de buen rollo, creo que es muy importante crear ese pequeño vínculo, esa cercanía con los clientes también. Esto es algo que he aprendido con la experiencia y que en un seminario de networking 2.0 acabé de entender. La gente se fía más de las referencias de un conocido para contratar a una persona, que de un currículo, y creo que el efecto es muy parecido en el caso de fidelizar clientes. No solo hay que ser profesional y hacer un buen trabajo, crear un grado de confianza con el cliente les permite conocerte y saber hasta qué punto pueden contar contigo, cosa que a ellos les supone una cierta tranquilidad también. El trabajo a veces funciona como una máquina, que bien engrasada dará mejores resultados que a trompicones, y la confianza ayuda mucho en este caso.

    Con las agencias o contactos que he podido hacer en este tiempo, he mantenido una relación abierta, aunque profesional, y al haber ese tipo de relación se hace mucho más fácil establecer una relación laboral. Aunque a veces no sea un contacto que recurrirá a ti siempre, porque no necesite de tus servicios tan a menudo, es muy probable que cuando los necesite sí te llame.

    A veces no nos damos cuenta de estos pequeños detalles, está muy bien que lo hayas comentado en esta entrada :-).

    Saludos

    • ¡Hola, Vero! Me alegro de verte por aquí. 🙂

      Sí, siempre se ha dicho que no hay nada como el boca a boca y es que es sencillamente así. Yo mismo ahora he contratado a una empresa para una cosilla de la que ya os hablaré y precisamente lo que he hecho ha sido fiarme de un conocido. Por eso siempre insisto en que hay que estar en todos lados, cosa que se puede conseguir más o menos gracias a las redes sociales. Pero para que eso funcione, uno ha de ser buena gente primero. Sentirse seguro y mostrar confianza en todo momento es otro elemento de la calidad de nuestros servicios. 🙂

      Un saludo,

      Pablo

  9. ¡Hola, Pablo!

    Yo también estoy de acuerdo en que hay que dar siempre un trato amigable a los clientes, siempre que estos se presten a ello. Aunque tengo alguno con el que solo intercambio unos “Puedo encargarme”, “Te adjunto el encargo” y “Te adjunto la factura”, con la mayoría de mis clientes hablo de muchas más cosas aparte de trabajo. Es más, algunos incluso me han invitado a su cena de Navidad :-).

    Creo que, cuando te conocen como persona, es más fácil dialogar y llegar a acuerdos profesionales, o incluso te quedas más tranquilo cuando tienes que rechazar algún encargo. En definitiva, me parece un aspecto esencial, ya no solo de cara a los clientes y a la relación comercial, sino para la salud mental de los que trabajamos “en soledad”.

    ¡Un saludo!

    • Vaya, ¡qué envidia me das con eso de la cena de Navidad! Cómo mola. Todavía no he llegado a ese punto, si bien es cierto que Estados Unidos y Japón me pillan algo lejos. 😛

      Me alegro de ver que no soy el único en esto, sino todo lo contrario. 🙂

      Pablo

  10. Bueno, tampoco les cuento mi vida de primeras. 🙂 Es una relación que hay que forjar con el tiempo. Pero empezar de primeras dando un pasito hacia adelante es lo importante. 🙂

  11. Hola, Pablo. Me gustó cómo abarcaste el tema. Y tenés razón. Hay que tratar a los demás como quisiéramos que nos tratasen, con cortesía y educación. Y un poco de simpatía, que no viene mal.
    En mi corta experiencia, trato de ser amable y simpática, aunque todo depende de cómo es la otra persona o cómo prefiere manejarse con los demás. Pero, en general, aplico tu método. A veces, me pasa como a vos, hay gente demasiado seria (más que yo, je) y no da lugar a un intercambio más informal y ameno. Intento establecer un balance entre la gentileza y el respeto sin caer en el abuso de confianza ni en el exceso de frialdad. 🙂 Los clientes son clientes hasta que se convierten en tus amigos (¿¡por qué no!?) o en socios. 😉
    ¡Saludos!

    • ¡Hola, Cecilia!

      Me alegro de que te haya gustado la entrada. 🙂 Está claro que cómo tratar al cliente forma parte de lo a gusto que se siente al trabajar con nosotros, y nadie mejor que nosotros, que somos expertos de la comunicación, para hacer buenas migas con un cliente. 🙂

      Un saludo,

      Pablo

  12. Hola!

    Yo estoy empezando, pero me siento MUY identificada con lo que hablas porque yo soy un poco como tú en este sentido, no me ha pasado como traductora porque aún no llevo suficiente tiempo en el paro como para haber perseverado y conseguido encargos y con tiempo, clientes, pero me ha pasado prácticamente en todos mis trabajos en que he tenido que relacionarme por e-mail. La cordialidad se agradece mucho. Me encanta escribirle a mi jefe con mi planning para la semana que viene y poner “Have a nice weekend” al final, igual que le añado vídeos o chistes que le puedan gustar. Porque no cuesta nada. (Quizá no le mandaría un chiste a un PM o a un cliente… pero si podemos hablar del Metroid y del Halo creo que le puedo mandar un jueguito de palabras con temática de Halloween, no?)

    Eso sólo. Que me ha gustado la perspectiva y que retuiteo el artículo 🙂

    • ¡Hola, Herminia!

      Muchas gracias por tu opinión. 😀 Efectivamente, volvemos una vez más a que, aparte de trabajar bien, hay que ser buena gente. Eso la gente lo agradece mucho, y es que quienes hacen las empresas son los trabajadores, y los trabajadores son personas. 🙂

      He gustado mucho la originalidad de tu videocurrículum. 🙂

      ¡Mucho ánimo!

      Pablo

      • Weeeee 🙂 gracias! Tengo que retocarle los subtítulos porque lo hice antes de saber nada de tiempos y blablabla.

        ¡No me funciona el botón de compartir en Twitter! (lo hago manual, pero para que lo sepas por si no lo sabías).

        Abrazos

        Herminia

        • Je, je, ¡con calma! 😀

          Mmmm, ¿puedes probar otra vez lo del botón? Acabo de probar y me funciona. :S

          • Mmm… no, sigue sin funcionarme. ¿Puede ser por usar Chrome? (Demasiado acostumbrada a culpar a Chrome cuando algo no me funciona…) O bien es eso, o bien es que tengo algún bloqueo de estos de “Do not track” o de ad-blocks que me bloquean algo que no deben (esto también me pasó, experta en vivir con fallos electrónicos xD)

          • Vaya, pues yo precisamente uso Chrome. 😛 Lo que hace el botón es abrirte una ventana emergente, ¿puede ser que tengas algún bloqueo para eso? 🙂

            Pablo

          • Pues me dice esto: HTTP Status 500 –

            type Exception report

            message

            description The server encountered an internal error () that prevented it from fulfilling this request.

            Me sale ventanita pero pone esto en letras “como de MSDOS” (ahí ves mi nivel de programación y demás xD). No pasa nada, seguro que es cosa de mi Chrome y alguna incompatibilidad.

            Gracias 🙂

          • Vaya, ¡pues qué raro! Miraré a ver desde otros ordenadores a ver si pasa algo… ¡Muchas gracias! 😀

            Pablo

Trackbacks

  1. […] Sé amable, responde siempre a emails y llamadas dentro de un plazo razonable de tiempo, e intenta ayudar a quien te contacte, aunque no vaya a contratar tus servicios en ese momento (nunca se sabe lo que traerá el futuro). Intenta tener una buena relación con tus clientes. […]

Speak Your Mind

Responsable » Pablo Muñoz Sánchez (servidor).
Finalidad » gestionar los comentarios.
Legitimación » tu consentimiento.
Destinatarios » los datos que me facilitas estarán ubicados en los servidores de Dinahosting (proveedor de hosting de Algo más que traducir) dentro de la UE. Ver política de privacidad de Dinahosting. (https://dinahosting.com/legal/proteccion-datos).
Derechos » podrás ejercer tus derechos, entre otros, a acceder, rectificar, limitar y suprimir tus datos.

*