Algo más que traducir
Blog sobre traducción profesional, localización de videojuegos, software, aplicaciones móviles, sitios web y tecnologías de la traducción por Pablo MuñozTraductor inglés-español especializado en localización

Homenaje a los traductores visibles con talento, pasión e incluso juventud

Mucho se ha hablado ya sobre la visibilidad del traductor ahora que parece que cada vez más traductores, tanto profesionales como estudiantes, han decidido acudir a todo tipo de “saraos de traducción”. Yo mismo he abogado por ir a estos saraos, y creo firmemente que tener cierta presencia en Internet puede conducirte a conseguir algún trabajo, ya sea de un cliente o de un compañero que conoces de tu mismo sector (y sí, ¡parece que funciona!).

Dicho esto, creo necesario recalcar que la visibilidad no implica necesariamente profesionalidad, y que un traductor sea visible en las redes sociales no siempre se traduce (nunca mejor dicho) en que sea un verdadero experto en algo. De hecho, es curioso que se haya debatido ya sobre si un blog puede perjudicar en realidad tu imagen como traductor profesional, y no tengo más que quitarme el sombrero ante los comentarios de Elisa Calvo en la entrada de Traducir&Co sobre cómo mejorar tu presencia como traductor en las redes sociales. He aquí uno de ellos la mar de interesante:

Otra dueña de una agencia que conozco dice que lo primero que investiga es el perfil de Internet y que, si se desprende de ese perfil que el traductor pasa más tiempo en redes que “trabajando”, automáticamente lo descarta, porque considera que un traductor a tiempo completo no tiene tiempo para mantener una presencia demasiado expeditiva o activa. Y que también le produce dudas sobre profesionalidad, por temas de confidencialidad: el tipo de gente que cada proyecto que realiza “va y lo casca” en las redes. Seguramente el traductor está en su derecho de hablar de sus propios proyectos, si no hay compromiso de confidencialidad, pero eso puede también no gustar a algunos clientes actuales o “futuribles”.

De la explosión de los blogs de traducción al esfuerzo continuo y destacado

Si bien el año pasado vivíamos la explosión de los blogs de traducción, creo que ahora la cosa está mucho más tranquila, o al menos esa es mi impresión. Desde mi experiencia os puedo asegurar que crear un blog es de lo más sencillo, pero mantenerlo en el tiempo es algo muy, muy difícil. Uno empieza con gran ilusión, tiempo libre, etc., pero el tiempo pasa y las prioridades cambian. Es algo inevitable, y como leí en una interesante entrevista a Miguel Hernández, un emprendedor español que vive en Vancouver desde hace mucho tiempo y que he descubierto hace poco por un curso sobre cómo crear un vídeo de animación por tu cuenta, con el tiempo incluso tus pasiones cambian y sientes que quieres hacer nuevas cosas.

Y sin embargo, en este último año he visto varios casos de gente que me parece increíble y que aporta un contenido que no es fácil de crear y a la que admiro profesionalmente (y a algunos personalmente :D). Así pues, llegamos al verdadero meollo de la cuestión de esta entrada: hacer un pequeño homenaje a gente que me inspira gran confianza y que creo que se han ganado una buena reputación a base de trabajo y más trabajo.

Scheherezade Surià López

Si tienes Facebook y tienes a traductores entre tus amigos, estoy bastante convencido de que al menos has visto alguna vez una imagen creada por Scheherezade (@Scheherezade_SL), cuya página de Facebook es Las 1001 traducciones. Apenas he intercambiado palabras con Scheherezade y no sé qué tal le irá el trabajo o si todos estos esfuerzos de marketing han dado resultado (todas sus imágenes tienen la firma de @Scheherezade_SL para que se reconozca su autoría, lo cual es una forma de branding), pero desde luego tengo claro que si algún día tuviera una empresa de traducción (tranquilos, no es algo que tenga en mente), acudiría a ella y le preguntaría si estaría interesada en ser mi community manager, porque creedme que me interesa bastante el tema del marketing en Internet y las redes sociales y creo que tiene una gracia y una creatividad aplicada a la traducción que no es fácil de encontrar. Tantos “Me gusta” en las imágenes que crea Scheherezade no pueden equivocarse. Y entradas tan curradas en su blog En la luna de Babel como la de Extranjeriza como puedas lo atestiguan.

Rafael López Sánchez

A Rafa (@STraductores) lo conozco personalmente y sé que es alguien con grandes ideas y un maestro de todo tipo de software. No en vano es uno de los miembros del equipo de Tools4Translation. El primer recuerdo que me viene de Rafa es su impresionante entrada sobre cómo crear una tarjeta de visita para traductores paso a paso, que sencillamente me dejó con la boca abierta. Con el tiempo ha seguido publicado entradas muy exhaustivas sobre temas relacionados con la traducción y el marketing y la tecnología, como por ejemplo una sobre cómo diseñar tu web profesional con WordPress.

Me consta que no soy el único que piensa que este joven de tan solo 23 años posee un gran talento, pues creo que probablemente pronto lo encontraréis como profesor de cursos especializados (como Photoshop para localizar imágenes), y aparte de eso será uno de los ponentes del próximo TraduEmprende que se celebrará el 24 de mayo en Madrid, donde nos hablará sobre cómo sacar provecho de las nuevas tecnologías para promocionarse. Me alegro de que la gente confíe en su talento, desde luego Rafa y su blog Jugando a traducir apuntan muy alto. 🙂

Aida González y Clara Guelbenzu

Aida (@aidagda) es autora del blog Aventuras de una traductora-intérprete en Madrid y Clara Guelbenzu (@blogbootheando) escribe en Bootheando. Sus blogs versan sobre interpretación y ambas generan un montón de contenido la mar de curioso e interesante, y creo que no me equivoco si digo que son una referencia a nivel de España en cuanto a contenidos sobre interpretación en Internet. A mí me preguntan por blogs de interpretación y, si bien admito que no conozco si hay muchos otros porque no estoy muy metido en el mundo de la interpretación, pienso automáticamente en el de ellas. No sé muy bien si les habrá llegado algún encargo a través del blog, pero desde luego son un claro ejemplo a seguir, pues creo que están haciendo mucho por difundir la profesión del intérprete en Internet y en español.

Jordi Balcells y José Manuel Manteca

Aunque Jordi (@jordibal) no actualiza mucho su blog Méteteme y por desgracia también hay que darle un tirón de orejas a José Manuel (@jmmanteca) con su blog Melodía de traducción, si pienso en problemas técnicos sobre Trados, MemoQ, expresiones regulares y demás historias relacionadas con el mundo de la tecnología aplicada a la traducción, no lo dudaría: recurriría a Jordi y José. Bueno, en realidad intentaría hacerlo yo mismo porque a mí también me encantan esos temas, pero si creara una empresa y necesitara a un “IT guy”, desde luego contaría con ellos, porque tanto en su blog como en Twitter demuestran que les encantan esos temas y, sobre todo, que son buenos. Por supuesto, tampoco puedo olvidarme de Álvaro Mira, que acaba de empezar a trabajar precisamente de eso mismo en CLS Communication. Así que ya sabéis, si Trados os hace algo raro, probablemente ellos tengan la respuesta.

Los chicos del WeTAV

El WeTAV vio la luz hace poco, pero desde luego se ha convertido en un proyecto la mar de interesante para todos los interesados en la traducción audiovisual y la localización, y es que están generando una cantidad de contenido audiovisual muy bueno, ya que, por ejemplo, han entrevistado en vídeo a Xosé Castro, Ricard Sierra y a Carme Mangiron, de los cuales he podido aprender mucho. También aprovecho para dar las gracias por haberme dado la oportunidad de realizar una entrevista con ellos, esta vez por escrito. 🙂 Desde luego, nada como el trabajo duro y motivado para crear algo de calidad.

Nieves Gamonal y Álvaro García

En este caso quiero hacer un homenaje a Nieves (@surrealitybytes) y a Álvaro porque son personas que han conseguido un buen trabajo gracias a su labor en las redes sociales y en blogs. Nieves es (entre otras muchas cosas) responsable de la localización al español de Tumblr, y Álvaro es traductor en Nintendo of Europe desde hace ya algún tiempo. En el caso de Nieves, si mal no recuerdo, precisamente se fijaron en ella porque escribía cosas interesantes en su blog La prueba de lo ajeno y sobre todo en Twitter, y en el caso de Álvaro yo mismo quise que me echara un cable para varios proyectos de traducción simplemente porque sus entradas en el blog Traducistes me parecían escritas por alguien que verdaderamente tenía una gran pasión por la localización de videojuegos y que tenía mucho potencial, cosa que desde luego fue así. En efecto, amigos míos, la gente se fija en quien destaca.

¿Y los demás…?

Tranquilo, si no te he puesto en este homenaje es porque no puedo poner a todos. No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Simplemente he querido destacar a aquellos que tienen una gran visibilidad en el mundo 2.0 y que son o bien bastante jóvenes o han conseguido crearse una más que merecida reputación. Claro que hay muchísimos más, desde personas hiperconocidas como Xosé Castro (@xosecastro), a gente currante como Eva María Martínez (@evamariamrtz) y su blog El arte de traducir, pasando por estudiantes que se han hecho un hueco como Ismael Pardo (@Ismael_Pardo) y su blog Diario de un futuro traductor, así como traductores la mar de ingeniosos a la vez que expertos como Javi Mallo (@javmallo) y sus inquietudes poliglúteas, pero evidentemente no puedo mencionar a todos.

¿Pero toda esta gente son unos cracks?

Por supuesto que no tiene por qué ser así. Uno puede ser bueno en marketing y venderte la moto y luego no dar la talla, aunque por suerte no suele ser así. A todos los que he homenajeado les daría una oportunidad si lo necesitara (y si ellos aceptaran, claro :P) pese a no conocer cómo trabajan. Es decir, que antes ponerme a buscar, pensaría en ellos (esto es un poco como lo del boca-oreja). Sin embargo, la calidad (y cantidad) del contenido que han generado es tan buena a mis ojos que algo me dice que no debo estar demasiado equivocado en que les gusta hacer bien su trabajo. Por supuesto, de algún modo me meto en el mismo saco para quien crea que soy un… ¿crack?

¿Y qué pasa con los traductores que no tienen ni Facebook?

Como creo que han mencionado alguna vez Olli (@ollicarreira) y Eugenia Arrés (@earres), los mejores traductores están en sus casas currando como auténticos profesionales aunque poca gente los conozca en Internet. Estoy totalmente de acuerdo, y por poneros un ejemplo, uno de los traductores a los que más admiro tanto como profesional como persona es Miguel Ángel García Segovia, traductor de varios Zelda del japonés al español (entre otros juegos) que ahora vive en un pueblo de Granada tranquilamente y ni tiene Facebook ni nada de nada. Y más feliz que una perdiz con su mujer y sus hijas.

A modo de conclusión

Paradójicamente, cada vez estoy menos pendiente de las redes sociales porque a veces creo que se peca de excesivo “buenrollismo” y todo parece maravilloso cuando en realidad me cuesta creer que todos se lleven bien con todo el mundo, pues eso es estadísticamente imposible (además, nos guste o no, somos competencia entre todos). Precisamente aquí he destacado a quien no simplemente vende humo, sino a quien genera contenido del bueno. El tiempo pasa y poco a poco intento dedicarle más tiempo a quien me importa de verdad (y no, no siempre están en las redes sociales) y a mí mismo, y si precisamente he podido escribir una entrada tan larga como esta es porque desde hace unos meses intento emplear energía en las cosas que realmente me gustan y en gente que creo que lo merece y no lo contrario.

Señores, hay mucha gente ahí fuera con talento y con muchas ganas de compartir con los demás. Si no estás en Internet, no pasa absolutamente nada. Y si quieres estarlo y te vas a crear un blog, recuerda que hoy en día solo podrás hacerte un hueco con contenido de calidad que sea diferente (es decir, que aporte valor) y, sobre todo, con constancia. Pero una advertencia: si das el salto a Internet, hoy todos te querrán. Con el tiempo, si destacas, ganarás tanto seguidores como enemigos (la envidia es muy mala). Y a menos que seas lo suficientemente bueno, si no eres constante, luego nadie se acordará de ti. O sí.

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Pablo Muñoz Sánchez

Pablo Muñoz Sánchez

English > Spanish Game Translator
Soy traductor inglés > español con más de 15 años de experiencia especializado en localización de videojuegos y software. He traducido juegos como Metroid y Fire Emblem y ahora trabajo, entre otras cosas, como especialista en control de calidad para Google a través de Vistatec. También soy cofundador de Traduversia, una plataforma de cursos online para traductores. Más sobre mí | Mi libro de localización | Mi Instagram

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Localización y traducción audiovisual: primeros pasos y trucos ninja

49 comentarios

  1. No conozco a todos los que mencionas personalmente, pero espero poder hacerlo en breve (¿Igual en el Traduemprende?).

    Tranquilo que no creo que nadie te acuse de “favoritismo” por incluir a Merche: si alguien se merece un homenaje así es ella, por ser tan curranta 🙂

  2. Hola, Pablo:

    Me ha gustado mucho tu entrada, especialmente cuando hablas del excesivo «buenrollismo» porque… bueno, tal vez también me tiren piedras a mí, pero comparto desde siempre la misma opinión que tienes tú: nadie puede llevarse bien con todo el mundo… algo no encaja, porque somos todos distintos y porque no podemos tener todo en común. Por eso, aunque actualizo, actualizo cuando así lo siento y me apetece y actúo del mismo modo cuando interactúo con las personas.

    Aporto algo más: no es necesario retuitear todos los blogs y entradas habidas y por haber, porque para eso no se ha creado Twitter (para eso tenemos otras páginas estupendas para acumular y listar enlaces interesantes).

    En definitiva: grandes profesionales los que has mentado en tu entrada y gran conclusión.

    ¡Un abrazo!

  3. Por cierto, algo más sí que quería añadir:

    1.- Que has mencionado a grandes profesionales, pero que te has dejado unas pocas personas con el mismo grado de profesionalidad y visibilidad que los que has mencionado. Curiosamente, esas personas, traducen y son muy buenos profesionales, pero también están actualizando constantemente Twitter o sus redes, así que se anula un poco la teoría de ese empresario de arriba que decía que si alguien actualizaba mucho «es porque no se centraba en su trabajo». Eso es absurdo, porque puedes estar traduciendo y no te cuesta nada, con un atajo de teclado, soltar un par de actualizaciones en la misma pantalla.

    2.- Que el buenrollismo no puede existir siempre, como ya te he dicho arriba, y en eso estamos de acuerdo, pero reflexionando ahora unos minutos después, debo decirte que siempre has sido una persona con perfil buenrollista (a mí me caes bien, ¡qué quieres que te diga! Te conozco de dos veces y siempre me has transmitido buen rollo 🙂 y que mantenía buenas relaciones con la gente. O bien no sé todo o bien no has divulgado tus discrepancias claras con algunos compañeros profesionales.

    Yo creo que hay varias etapas por las que pasamos los traductores con redes sociales: primero, pasamos por la de ser desconocidos y conocer a otros profesionales; segundo, empezamos a hacer piña y a encontrar afinidad y grupos con los que te sientes identificado; tercero, a veces resulta que, en general, algunos preferimos evitar el enfrentamiento con personas que, sinceramente, no nos han hecho nada personal ni nos afectan profesionalmente, así que somos entes independientes e interactuamos con la gente según lo necesitamos.

    En resumen: no me llevo bien con todo el mundo, sé muy bien a quién no le caigo bien probablemente, pero eso no quiere decir que deba (o quiera) exponer eso a todo el mundo en mis cuentas de redes sociales, puesto que normalmente, además, el problema no lo tengo yo, sino quienes se sienten afectados por mi persona en exceso.

    Un abrazo. 🙂

    • Hola, Patricia:

      Como le comentaba un poco más abajo a Olli, la idea de la entrada no era mencionar a todos los que son, creo que ya lo he mencionado en la entrada también. Me he centrado en gente que quizás no es la típica que se esperaría encontrar en una lista así precisamente porque esa era la idea, homenajear a quien tiene una reciente visibilidad más que merecida, sea para bien o para mal. No puedo poner a todo el mundo y evidentemente cada uno tienes sus preferencias.

      Respecto al buenrollismo, yo abogo por llevarme bien con la gente como supongo que es a lo que aspira todo el mundo. Sin embargo, si hablo precisamente de algo así es porque, al llevar un tiempo en esto, he visto actitudes que no me han gustado y me he llevado algunos chascos. Del mismo modo que no me puede caer bien todo el mundo, yo tampoco puedo caer bien a todo el mundo. Creo que esa sensación es algo que nadie desea, pero es así inevitablemente. Pero eso siempre ha sido así. Puede que incluso si estuviera en una sala con todos los que he mencionado, con el tiempo luego empezaría a haber piques, pero repito: la idea era centrarme en gente que creo que genera buenos contenidos independientemente de si son buenos profesionales o no o incluso buenas personas. Para mí el buenrollismo es que de repente todos seamos estupendísimos y todos hablemos genial de todos: como he dicho, eso es estadísticamente imposible. Ojo, que es simplemente mi opinión personal debido a lo que he podido ver en mis carnes. Qué más quisiera yo que no hubiera sido así, créeme. Claro que he dejado a profesionales que son también visibles, y si alguien se ha sentado molesto por no estar ahí, lo siento. Pero vamos, por simplificar, esto pasa en cualquier oficina y en cualquier bloque de vecinos.

      Sobre lo que dice Elisa Calvo (más bien con quienes habló ella) de actualizar mucho Twitter, claro que yo también peco de eso, hay días en los que estamos más inspirados. Me quito el sombrero más por ver que hay profesionales que opinan así que por estar estrictamente de acuerdo con eso. Me gustaron mucho los comentarios de Elisa Calvo por dar una visión de la otra cara de la moneda.

      Por último, muy buena tu frase de “el problema no lo tengo yo, sino quienes se sienten afectados por mi persona en exceso”. No sabes la razón que tienes aquí. Yo intento compartir y hacer lo que me gusta y aun así siempre hay gente a la que le molesta. El mundo, por desgracia, es así.

      Un saludo,

      Pablo

  4. ¡Muy interesante la entrada, Pablo! A ver si le puedo seguir dando un poco más de vidilla a mi blog personal 🙂

  5. Muchas gracias por la mención a WeTAV, Pablo. Nos ha sorprendido gratamente y, cómo no, nos ha hecho muchísima ilusión. Cosas como esta hacen que tengamos más ganas de seguir trabajando e innovando (ya estamos pensando en algunas cosillas nuevas que sacaremos dentro de poco…).
    En serio, muchas gracias a ti y a todos los que cada día nos felicitan, nos leen, nos retuitean, nos comparten en facebook, nos hacen pinback o nos cuelgan en scoop.it

    Un saludo 🙂

    • ¡Hola, tío!

      Es que conseguir entrevistar a gente tan destacada en vídeo y que además las preguntas sean interesantes sé que lleva mucho esfuerzo y trabajo, y vosotros no habéis tirado la toalla para nada, sino que habéis seguido trabajando con tesón. A seguir así: desde luego, vais por un gran camino. 🙂

      Un saludo,

      Pablo

  6. Hola Pablo:

    Entrada interesante, aunque probablemente en la gente que incluiríamos en la lista discutiríamos durante un buen rato. Efectivamente, visibilidad no es igual a profesionalidad. No solo por lo que comentas de que hay gente muy profesional escondida en sus hogares, sino precisamente también por todo lo contrario: hay gente muy visible que se dedica… a ser visible, y que puede serlo porque está mano sobre mano sin traducir (o al menos esa es mi impresión). Al menos en mi caso, no me puedo dedicar a darle más tiempo a las redes sociales porque, de lo contrario, no podría sacar adelante mi trabajo y me consta que hay mucha gente como yo.

    Todo esto me lleva también a reflexionar sobre la imagen de la profesión, la visibilidad y todo lo demás. Hemos pasado de quejarnos de que la traducción y los traductores eran demasiado poco visibles y de que nuestro trabajo era poco reconocido al extremo contrario: parece que estemos en un concurso de quién la tiene más larga, quién aparece en más medios sociales y quién cuenta con más menciones y retweets, olvidándonos de nuevo de que esto es simplemente un trabajo y no una forma de vida en sí.

    Quizá esto pasa por lo que comentaba Patricia en el comentario anterior del ciclo de las redes sociales y puede que tenga una visión mas desencantada porque ando en una etapa en la que he visto demasiadas cosas raras relacionadas con todo este tema de la visibilidad y demasiado choque de egos. En cualquier caso, sigo pensando que es una herramienta muy útil y un instrumento esencial para acceder a ciertos clientes, pero no es un fin como muchos creen, sino un medio.

    • Hola, Olli:

      Me ha encantado tu comentario porque tu último párrafo destaca precisamente la idea que tengo yo ahora. La gente puede pensar que por qué incluyo a unos y no a otros, pero ahí está el meollo de la cuestión: la idea de la entrada no era mencionar a gente que me cae bien o amigos porque precisamente ya digo que, por ejemplo, a Scheherezade ni siquiera apenas la conozco, y no me he centrado tanto en su capacidad de traducir sino en su forma de generar contenido interesante en Facebook. De hecho, creo que no he hablado de cómo traducen, sino de su visibilidad.

      Y es eso: sin entrar en egos simplemente he destacado algunas figuras que creo que hacen mucho por darle visibilidad a la traducción (no a ellos). Sin ellos y sin muchos otros más, mis feeds RSS o mi timeline de Twitter serían algo tristes porque me encanta leer sobre traducción (como hacía en Dublín, que no me importaba pasarme tardes enteras en la biblioteca leyendo revistas y libros de traducción por descabellado que sea). Muchos no sé qué harán en su tiempo libre y qué tal trabajarán, pero no se puede negar que son trabajadores y que son constantes. Además, muchos de ellos creo que no son tan conocidos. Ese era un poco mi homenaje.

      Un saludo,

      Pablo

  7. Muy interesante, Pablo 🙂 Sigo a muchos de los que mencionas y coincido contigo en que lo que nos ofrecen en sus redes sociales es casi siempre muy valioso.

    Con respecto a lo de la dueña de la agencia que descartaba a traductores con demasiada actividad en internet yo diría, quizás porque soy más ingenua, que precisamente si alguien es capaz de ser constante y activo en algo que no le reporta dinero, más lo será si se trata de trabajo, ¿no? Yo me lo tomaría como algo positivo y daría, al menos, una oportunidad para ver si es igual de atento con su trabajo.

    Y, por supuesto, también coincido contigo en lo del buenrrollismo: yo no estoy especialmente metida en este mundo, soy una de esas desconocidas de las que habla Patricia, y no sé mucho sobre las relaciones que tienen algunos traductores entre sí pero creo que es imposible llevarse bien con todo el mundo y, en ocasiones, veo un peloteo que incluso me pone nerviosa porque se nota demasiado… ¿Le pasa a alguien más o es cosa mía?

    ¡Un saludo! 🙂

    Elena Nevado

    • ¡Hola, Elena!

      Muy interesante el comentario que haces de la actitud. 🙂 Creo que su afirmación es un tanto radical, y todos tenemos momentos en los que escasea el trabajo. Precisamente lo bueno es que incluso en ese tiempo se intenta ayudar a los demás, y créeme que hay gente que se fija en eso. Todo depende de lo constructiva que sean las aportaciones. Es como todo, hay gente que se pasa todo el día viendo la tele y otra que se pasa todo el día leyendo y probando cosas nuevas. Ambas son igual de respetables, pero proyectan una imagen diferente a los demás nos guste o no.

      Sobre lo último que dices… Desde fuera se ve todo. 😉

      Pablo

  8. Isabel Espuelas dice:

    Genial, como siempre, Pablo. Me ha encantado tu entrada.

    Besos
    Isa

  9. Lidia del Álamo dice:

    Enhorabuena, Pablo, me ha parecido una entrada muy interesante y que refleja un debate que ya venimos teniendo los traductores desde hace tiempo.

    Creo que la visibilidad es buena, pero como todo en esta vida, con moderación. Si te pasas, puede volverse en tu contra: pareces menos profesional porque pierdes mucho el tiempo en las redes sociales y mucha gente, directamente, no te contrataría. Está bien que te conozcan, pero no porque eres un traductor que vive enganchado a Twitter o a Facebook.

    Además, estoy de acuerdo en lo que se ha comentado aquí: me da la impresión de que todos empezamos a estar un poco saturados de tanto autobombo y buenrollismo. Es posible que esta actividad frenética en las redes tenga sus días contados. Porque uno se tiene que plantear para qué publica: ¿para tener muchos seguidores o para comunicar algo interesante? No es cuestión de cantidad sino de calidad.

    Muchos han perdido el norte y esto parece una carrera por ser el más popular de Twitter. Y no creo que esa sea la cuestión.

    • ¡Hola, Lidia!

      Como siempre, en la virtud está el término medio. Ahí has dado en el clavo. 🙂

      Muy buena reflexión la que planteas: efectivamente, creo que hay publicar porque te gusta. Evidentemente, cuantos más seguidores mejor, eso siempre gusta, pero vaya, los seguidores son una consecuencia, no un fin. 🙂

      Aprovecho para decirte que me gusta mucho tu sitio web, me encantan las ilustraciones. 😀

      Un saludo,

      Pablo

  10. Hola, Merche 🙂

    Es una entrada que hace tiempo que quería escribir, pero no encontraba el tiempo… Menos mal que el finde me ha puesto las pilas. 🙂

    En efecto, creo que no he hablado sobre cómo traducen los que he mencionado, y precisamente la gracia es que es una forma de demostrar que los traductores somos muy polifacéticos. No me extrañaría que un traductor trabajara en un departamento de marketing con el tiempo si se especializa en cosas así (todos sabemos que muchos licenciados en Traducción e Interpretación no acaban traduciendo precisamente).

    Sean como sean luego, desde luego es obvio que todas estas personas hacen mucho por generar contenidos de calidad sobre el mundo de la traducción y la interpretación, y esa era la idea de mi homenaje. Ni más ni menos.

    Pero vamos, al final todo esto se traduce en lo de “no se puede conseguir 500.000 amigos sin tener ningún enemigo”. Pero que eso ya pasaba hace mucho tiempo ya. Que cada cual sea feliz a su manera y se lleve bien con quien quiera. 🙂

    Un besín,

    Pablo

  11. Isabel Ortuño dice:

    Después de algún tiempo, me animo a comentar.
    Muy buena la entrada. Me apunto algunos nombres que aún no conocía.

    Yo desde mi particular punto de vista como lectora y observadora (mi falta de constancia evita que me anime a montarme un blog) tengo algunas cosas que decir sobre la traductosfera, sobre todo sobre la visibilidad.
    Si hay algo que valoro de los blogs de traducción que he leído es que ayudan muchísimo a dar visibilidad a la profesión el traductor. Creo que los blogueros que publicáis contenido de calidad no sólo habláis de vosotros sino que habláis de todo el gremio.
    A mí me ha ayudado muchísimo a conocer la que será mi profesión (aunque, como bien dices, no todos los licenciados/graduados de TeI seremos traductores). Pienso sinceramente que cualquier cliente curioso tiene hoy muchísima información de calidad sobre la traducción y la interpretación en internet. Hace 3 o 4 años esta información no estaba en ningún sitio. Para mí, más que hacer marketing de cada uno, estáis haciendo marketing de la profesión y de verdad que me gusta.

    Sinceramente quiero daros las gracias a todos, Me encanta ver que hay gente tan profesional y tan solidaria por aquí 🙂

    • ¡Hola, Isabel!

      Gracias por comentar. 😀

      Desde luego, ya hubiese querido poder leer la cantidad de información que hay hoy en día escrita por parte de traductores profesionales, no solo de académicos (lo digo en el buen sentido, pues también aprendí mucho de ellos en su momento). En efecto, creo que si hoy en día alguien se interesa por la traducción, lo va a tener bastante más fácil que hace mucho tiempo. Si de algún modo entre todos hemos conseguido eso, sin duda podemos estar orgullosos.

      Muchas gracias por todo. 🙂

      Pablo

  12. Prepárate que en el próximo congreso que monte de videojuegos te quiero ver ahí metido 😛 Para que transmitas todas estas píldoras de sabiduría Jedi.

  13. Precisamente, yo que llevo un tiempo pensando en dedicarme a la traducción y desde que empecé a pensarlo he ido saltando de un cuenta de twitter de traductor a otra, más o menos todos los que mencionas son los que he ido leyendo y más me han convencido de seguirlos por los contenidos que crean.

  14. ¡Hola!

    Controversia amante de la cienc(s)ia.

    La entrada (muy buena idea en sí misma) parece tener dos vertientes con lo que intentaré no mezclar para que quede claro lo que voy a escribir.

    1. Nos gustaría (no a todos, claro está) poder conocer a muchos de los traductores (no a todos, claro está) que se encargan cada día de proponer contenidos o compartir recursos (no todos los contenidos son la panacea para mí, pero si para el de al lado, quizás) con los demás. Sin duda, en cuanto a saber explotar tu potencial y hacerlo visible, los que has nombrado (tú incluido) merecen el homenaje o la especial mención que haces. Todos aportan mucho al mundo de la traducción en España. No solo se trata de varios enlaces con páginas web interesantes. Al contrario, los mencionados comparten sus conocimientos mediante entradas de blog magníficas (un buen lector- no estoy diciendo que yo lo sea- sabrá apreciar quién sabe de lo que habla y quién no tanto). Por supuesto, no has podido incluir a todos. Pero ¿quién ha hecho la entrada? Si la entrada la haces tú, obviamente pondrás a los que te dé la gana. Punto.
    En definitiva, sin discusión, los mencionados saben de traducción o interpretación y saben también cómo propagar sus ideas y conocimientos a los demás que estamos en las redes sociales (en mi caso, solo Twitter y blog). ¿No los mencionas a todos? Pablo creerá que Menganito es más útil para él y Devadip que Fulanito, pero ambas ideas válidas para gran parte de los traductores, seguro.

    2. Buenrollismo. Ejemplo tonto, pero tan tonto como ilustrativo: Si en lugar de estar en las redes sociales, trabajásemos en una empresa “normal”/”común”, nos llevaríamos bien 2 o 3. Ya luego en la cena de empresa nos tocaría ser falsos amigos- nunca mejor dicho- y hacer como que no te he odiado durante todo el resto del año. Falsedad divino tesoro para los que sepan aplicarla. Como ocurre siempre en los grupos sociales (reales), se crean pequeños grupos a partir de las grandes cantidades de gente. Como dice Patricia, sabrás seleccionar a aquellos que te aporten más o simplemente que compartan inquietudes contigo.
    Si comparásemos Twitter con trabajar en una gran empresa de 1000 trabajadores, ¿cuánto tardaríamos en decir no soporto a X, Y, Z? O, peor aún, una empresa de 10 o menos empleados y no te cae ninguno bien… Es trabajo y, aunque lo ideal sería que fuesen amigos de tomar cañas, no suele ser así. Pero, como se trata de escribir, comentar y compartir, es más fácil no saltar cuando ves algo con lo que no estás de acuerdo. Todo esto entre personas mayores y tan inteligentes, como muchas veces nos creemos los traductores e intérpretes, es habitual y, por tanto, obvio como que el blanco es blanco.
    Aparte del buenrollismo aparente de Twitter se generarán prejuicios día a día. ¿Qué mejor que valorar a alguien por sus 9000 tuits o por sus 1100 seguidores? Este dijo “x” tiene que ser un cafre. El otro dijo “y”… ¡qué flipado!
    Con lo que cuesta conocer a una persona, no deberíamos obcecarnos en valorar y crucificar porque un día se te escape una sandez. El mismo sentido común que hay que aplicar a la traducción podría valer para tratar las redes sociales. Aprovecho lo que me gusta o interesa y el resto no lo leo o no lo sigo. Como bien dices (y creo- humildemente- que haces), hay que manejar tu tiempo e intentar no ser muy cascarrabias. Demos gracias a que hay ordenadores de por medio… sino habría muchos mechones de pelo tirados por los suelos. 😀

    ¿Diplomático comentario? Sí, pero creo que no se debería perder el tiempo en valorar personas siendo extremistas. Sepamos sacar partido a que no trabajamos viéndonos y aguantándonos todos los días :).

    Nos vemos en la próxima.

    Un saludo,
    Devadip -> @TraductorJur

    • ¡Hola, Devadip!

      Déjame decirte que tu comentario me ha parecido sencillamente BRILLANTE, tienes más razón que un santo. 😀

      Desde luego, claro que hay muchos traductores que semana tras semana hacen un gran esfuerzo por difundir el trabajo del traductor (que no creo que sea “tanto” en el sentido de que lo hacen porque les gusta, como a mí). Todo lo que sea bueno para darle visibilidad a la profesión (no necesariamente a nosotros mismos) siempre ha de ser bienvenido, y si encima así aprendemos, pues genial. 🙂 Evidentemente la lista es personal y cada uno tiene sus gustos, y si hubiera tenido todo el tiempo del mundo, habría puesto a más gente, pero al final seleccioné a ellos y ya está. A todos nos gusta que nos mencionen, pero no siempre es posible. Además, como ya he dicho, a veces considero más importante mencionar a aquellos que no son tan conocidos para que se les conozca más.

      Y pasamos al buenrollismo, un tema que en realidad lo mencioné de forma anecdótica simplemente para ilustrar que tampoco se trata de hacer peloteo a todo el mundo, pero que ya veo que ha desembocado en otra más que interesante conversación… El ejemplo que has puesto es fantástico, porque he tenido la suerte (con sus ventajas y desventajas) de trabajar en varias empresas además de en casita y es algo que se cumple a rajatabla: desde compañeros de tu mismo departamento hasta gente que la conoces solo por correo electrónico porque no está en tu oficina, siempre hay alguien que nos cae mal (y a la que caemos mal, claro). Y qué gran verdad con eso de la cena de empresa. Se nota que no eres nuevo en esto. xDDD Tampoco he estado en tantas oficinas, pero en todas cuecen habas. Pero vamos, volviendo al tema principal, habría que vernos conviviendo todos los de Twitter una temporada… Se forjarían grandes amistades, pero también surgirían las rivalidades. No creo que los conflictos entre personas pertenezcan solo a los reality shows. De ahí mi opinión de que prefiera ir un poco a lo mío ahora y estar con los que quiera porque yo quiera, no por quedar bien.

      De nuevo, gracias por tus sabias palabras. 🙂

      Pablo

  15. Me ha gustado mucho la entrada, Pablo. Realmente, yo paso discretamente por Twitter y simplemente tengo vinculada mi página de Facebook con la cuenta de Twitter, sobre todo para compartir entradas, noticias y anuncios con mis estudiantes de TeI, pero disfruto, aprendo y descubro muchas cosas gracias a eso. La mayoría de los blogs a los que homenajeas, el tuyo incluido, como bien sabes, son también algunos de los que yo les muestro a mis alumnos, bien porque hay una entrada interesante para un tema que estamos viendo, bien para motivarles con los resultados que tú, Nieves, Álvaro, etc. habéis conseguido a partir de vuestra visibilidad en las redes sociales. En el caso de los estudiantes, el blog de Merche, el de Olatz, el de Ismael y el de otros tantos son una grandísima motivación para ellos.
    Por otro lado, no se trata de buenrollismo, simplemente hay gente con la que te identificas más, con la que sientes que tienes más afinidad y, por lo tanto, te interesa más leer lo que escriben o saber lo que piensan. Leyendo a Eugenia Arrés o a Oliver Carreira ya sabía que, además de admirarlos como profesionales, me encantaban como personas 🙂 antes de conocerlos. Las entradas del blog de Scheherezade, además de ser super completas, coinciden con mis gustos y mis investigaciones. Eso sí, tengo ganas de conocerla y de que me explique cómo puede exprimir los días para traducir, escribir esas entradas tan maravillosas, dar clases, ser tan creativa con sus pin-ups… y dormir 🙂 Siento mucha admiración, la verdad.
    Hemos hablado mil veces sobre el poder de las redes sociales, sobre los frutos del buen uso de las mismas y de la visibilidad de traductor. Aunque, coincido con Olli y Yeyu y su opinión de que probablemente los mejores traductores están en la sombra. Al menos sí lo están muchos de los profesionales a los que yo admiro. Desde luego, como dice Olli, no hay que convertir esto en un concurso. No creo que haya que medir nada en función del número de seguidores o retuits. En mi caso, no me importan las estadísticas del blog, ni la cantidad de retuits. Cuando comparto algo, lo hago con el fin de que pueda resultar de utilidad, nada más. De todas formas, me alegro de lo que las redes sociales han aportado a mi vida, no sólo trabajo, sino también información que yo misma filtro y la posibilidad de conocer a grandes profesionales. Eso sí, todo depende del uso que les demos, como siempre.

    Un abrazo,

    Carla

    • ¡Hola, Carla!

      Gracias por pasarte por aquí. Desde luego, como estudiante tiene que estar genial poder ver lo que han conseguido otros de forma tan transparente. Antes quizás era más difícil llegar a gente que parecía hiperocupada con sus cosas, pero ya ves, ¡hoy en día basta con hacer un comentario en su blog para transmitirles tus palabras! 🙂 Y si encima se puede ver cómo otros estudiantes también se lo curran, pues mejor que mejor. 🙂

      Es curioso, pero sí que parece ser cierto eso de “por sus palabras los conocerás”… Está claro que eso hace que luego tengamos más o menos ganas de conocer a alguien. 🙂 A ver si yo también tengo el placer de conocer a Scheherezade, je, je. 😉

      Y sí, está claro que no hay que obsesionarse con quién tiene más fama, quién es mejor y ese tipo de cosas. Precisamente el homenaje es para demostrar mi apoyo y admiración a gente que se lo ha currado mucho para generar contenido interesante independientemente de sus seguidores, pero está claro que a unos nos interesan unas cosas y a otros, otras. Mientras usemos las redes para lo que queremos realmente, bienvenidas sean. 🙂

      Un saludo,

      Pablo

  16. Hola, Pablo y demás gente.
    Aquí, el hombre desactualizado: para variar, no tengo ni idea de todo eso del «buenrollismo» de lo que todo el mundo parece estar enterado. Aunque tampoco es que me importe mucho (ya sabéis que servidor va mayormente a su aire por esta vida en general y por este oficio en particular). Lo que sí sé es que me gusta leer acerca de compañeros admirables en el blog de otro compañero admirable. Y lo digo porque muchas veces leo cosas sobre temas que ignoro profundamente (como la localización de videojuegos, el SEO, la traducción médica, la jurídica y otras especialidades, por ejemplo) y, aunque a veces no entienda prácticamente nada (como cuando se habla de tecnicismos de las TAO, por poner un ejemplo evidente viniendo de mí) siempre me asombro de la cantidad y la variedad de conocimientos que atesora esta profesión y de la capacidad que se tiene para comunicarlos a los colegas (y a cualquier lector fortuito, dicho sea de paso). También es verdad que hay blogs que no aportan nada, o muy poquito, pero esos se detectan fácilmente y se olvidan más fácilmente todavía. A mí me da igual que el personal traductoril busque visibilidad porque sí, porque están en su casa delante del ordenador y no tienen nada mejor que hacer, por motivos estrictamente marketinianos o simplemente porque son unos exhibicionistas desaforados. Con el tiempo, uno va viendo quién es quién y quién hace qué, y vive y deja vivir. Todos acabamos poniéndonos en nuestro sitio nosotros solitos, hagan lo que hagan o piensen lo que piensen los demás.
    Después de mi habitual rollo autoayudesco, felicidades de nuevo por retratar tan bien a todos estos compis y sigue escribiendo sobre quien o lo que te dé la real gana, que mola leerte.
    D.

  17. ¿Qué tal, Pablo?

    Me ha gustado mucho esta entrada porque me alegra que se nombre a gente con talento. Es algo, por ejemplo, que me pasa a mí con mucha gente que conozco un poco, creo en esas personas y que sus blogs, sus comentarios acertados, sus discusiones, sus modos de pensar, la manera de defender sus ideas, el esfuerzo que le ponen a cada una de sus iniciativas, el gusto por cuidar el más mínimo detalle en sus facetas públicas en las redes sociales… les hace merecedores de mi admiración. Seguramente en más de un caso, estos sean aspectos engañosos pero, como bien dices, la primera idea es la de confiar y creer en esas personas si tuvieras que contar con ellas.

    Y es verdad que con esta entrada entramos otra vez en el eterno debate de visibilidad y habilidades en traducción como puntos no relacionados pero, obviando eso, me quedo con la idea (porque en realidad siempre la he tenido) de que hay personas muy capaces, que valen mucho y que espero y creo que llegarán muy lejos. Y es que en el fondo, siempre me he sentido muy atraído por ese tipo de historias. ¿Quién nos iba a decir hace x años que estaríamos ahora así? Porque quién te lo iba a decir a ti, Pablo 😉 (o a mí dentro de un par de años cuando Microsoft me nombre traductor principal de Windows. Por soñar que no quede :P).

    Ah, y muy valiente eso de hacer una lista con nombres específicos porque desgraciadamente siempre hay quien se enfada o no le sienta bien no aparecer en ella. Es muy fácil en esta vida ser un “bienquedao” y no mojarse, por eso esto tiene todavía más mérito.

    Bueno, no me enrollo más.

    ¡Un saludo!

    Pedro.

    • ¡Hola, Pedro!

      Ostras, ¿puede ser la primera vez que firmas con tu nombre? xD

      Me alegro de que te haya gustado la entrada. Uno nunca sabe cómo es la gente en realidad, pero, efectivamente, de primeras nos dan confianza por todo ese trabajo que demuestran cada día. 🙂

      Gran reflexión la de “quién iba imaginar lo que esto significaría más adelante”… Espero de verdad que con el tiempo trabajes en un sitio envidiable. Desde luego, y aunque suene un poco a peloteo, ya sabes que me sorprendiste mucho (bueno, y seguro que a mucha más gente) con aquella entrada sobre cómo ganar experiencia en traducción. De hecho, de vez en cuando seguimos mencionándola. A ver si retomas el blog. 😛

      Un saludo,

      Pablo

  18. ¡Hola, Darío!

    Me alegro de verte por aquí. 🙂

    Tu comentario me ha parecido muy bonito. Es increíble cómo a veces comentamos que no hay quien entienda a un informático o a un médico y luego resulta que nosotros también tenemos una jerga que no veas, ja, ja, ja. 😀 Pero, como bien dices, de algún modo eso significa que se trata de una profesión muchísimo más compleja y variada de lo que parece desde fuera. 🙂

    Permíteme que repita un fragmento de tu comentario:

    “Con el tiempo, uno va viendo quién es quién y quién hace qué, y vive y deja vivir. Todos acabamos poniéndonos en nuestro sitio nosotros solitos, hagan lo que hagan o piensen lo que piensen los demás.”

    No podría estar más de acuerdo. 🙂

    Un saludo,

    Pablo

  19. Elisa CalEnc dice:

    Hola, Pablo:
    Pues no entro nunca en las redes y cuando en un minutejo hago un comentario, mira la que se lía, jajaja… ¡igual debería hacerme un blog! Y la verdad es que me encantaría (y lo he intentado), pero como bien dices, hay que dedicarle mucho tiempo. Hasta ahora no ha podido ser… para mi frustración.
    Como decía en la entrada del blog de Merche, al final debe ser una decisión personal lo de cómo usar las redes sociales y los blogs. Pero insisto en que probablemente, para que funcione como herramienta profesional de promoción, (no como sitio personal, que ahí somos libres), hay que dedicarle una cantidad de tiempo tremenda y cuidar muchísimo todos los contenidos. De esto a tí no tengo que explicarte nada, porque tu página es ejemplar y una fuente de referencia. Pero vuelvo a la idea de la diferenciación y el posicionamiento de aquella entrada en el interesante artículo de Merche (http://www.traducirco.com/2013/02/como-mejorar-tu-presencia-como.html#comment-form). Para que el blog sea efectivo, hay que cubrir tres aspectos:
    – Ser diferente a los demás, decir cosas diferentes y novedosas
    – Posicionarse como referencia en un campo, pensando en el destinatario. Si hablamos de cosas de traductores, nos leen traductores (algo que puede ser bueno porque nos ayuda a crear redes profesionales, pero no necesariamente nos ayuda a encontrar nuevos clientes de forma directa). Si hablo de aspectos profesionales de mi actividad enfocados de una determinada manera (calidad, técnicas, etc.), entonces puedo atraer la atención de clientes. Pero si rompo las reglas básicas de la confidencialidad, los puedo alejar. Si hablo mal de clientes, espanto posibles clientes. Si digo obviedades, espanto posibles lectores. Si repito información que ya está blogueada por todas partes, aburro. Si hago demasiado énfasis en promocionarme, espanto clientes, porque parece que no tengo experiencia. Si doy una imagen de principiante, espanto posibles clientes. Bueno, estoy exagerando, “podría espantar clientes”, es a lo que me refiero. Es como cuando hacemos una traducción, que siempre hay que pensar en el destinatario y en cómo recibirá la información. Hay que tener muy claro si el blog o página es personal, dirigido a traductores o dirigido al mercado de la traducción. (O a varias de estas cosas). Con cada entrada que creamos, apuntamos en una dirección o en otra y obtenemos un impacto diferente, con lectores diferentes, que se forman opiniones que coinciden o no con lo que estábamos esperando provocar según lo certero de nuestra entrada.
    – Mantenerlo vivo, que como tú bien dices, es sumamanete complicado, por eso lo que tú haces tiene mucho mérito, durante todos estos años. Además, actualizar información es básico para que nos encuentren (SEO).

    Lo que yo proponía es solo una reflexión. Coincidió que en unos días me topé con varios comentarios críticos sobre la proliferación de blogs y me dio que pensar, porque veo que cada vez hay más blogs, muchos de mis alumnos tienen o quieren tener un blog, por ejemplo. Pero en realidad no son tantos los blogs que conozco que aportan cosas realmente interesantes (me encanta el de Leon Hunter, por ejemplo, y algunos más de los que has citado, que se convierten realmente en referencia). Y me parece una ingenuidad, como bien dices, pensar que por tener un twitter y un blog ya está todo conseguido y te empezarán a enviar proyectos. Es algo que puedes hacer y que puede ser positivo y cuanto mejor lo hagas, mejor resultado dará, pero no es inmediato y hay que pensar mucho cómo hacerlo de manera efectiva (o tener un talento natural, como el tuyo y el de algunos pocos más).

    Pasa igual con twitter. Si todos nos tenemos enlazados a los mismos entre nosotros, al final vivimos en un loop informativo del que no salimos (una especie de efecto de visión túnel que siempre nos lleva al mismo punto). Google y otros servicios además tampoco ayudan, porque van personalizando nuestra navegación y se cumple aquello de que todos los caminos nos llevan a Roma; en este caso, nos llevan siempre a los mismos puntos de información, porque google piensa que eso es lo que queremos (piensa por nosotros). El círculo de información a la que accedemos se va cerrando (lo hace facebook también, por ejemplo).

    Es muy interesante utilizar las redes (twitter, por ejemplo) para enlazar traductores de otros países y también otros profesionales y empresas de sectores afines de los que podemos aprender un montón: diseño web, diseño gráfico, internacionalización, gestión de contenidos, publicidad, SEO, relaciones internacionales, qué se yo… Cada uno lo que le interese, pero deben ser herramientas para diversificar las fuentes. Los días en que te llega siete veces la misma cosa, son aburridos. Retuitear es de verdad muy fácil.

    Un abrazo
    Elisa

    • ¡Hola, Elisa!

      Gracias por tu extenso comentario. Ya ves, dejas huella. 😀 Desde luego, sería genial si hicieras un blog donde dejaras todas tus reflexiones, pero también entiendo que de algún modo eso es también una “carga”… Nada que no hayamos mencionado ya. 😀

      Muy buen punto lo de que hay que diferenciarse, porque ahora que lo dices, creo que la gran virtud de todos los homenajeados es que hacen algo diferente (y lo hacen bien). Al principio cuando no conoces ningún blog todos te parecen muy buenos (no digo que no los sean), pero con el tiempo uno es más selecto y busca “algo más”. Yo mismo lo compruebo con mis suscripciones a feeds RSS: lo que me gustaba hace dos años no tiene por qué gustarme ahora, y puede que incluso el autor escriba cosas que ya no me interesan. En cualquier caso, es genial que, aunque parezca que está todo visto, aparezca gente que te sorprenda y aporte contenido de valor (siempre me acuerdo de Javier Sánchez Camacho, un estudiante de traducción que se presentó en vídeo: http://traductorenciernes.wordpress.com).

      Sobre la constancia, desde luego a Google le gusta los sitios con mucho contenido (“content is king”, como dicen). Por eso, cuantos más artículos tengas, tanto mejor. Luego también hay que saber cómo reaprovechar el contenido generado hace tiempo, y de hecho ahora le doy difusión a entradas muy antiguas a través de Twitter. De todos modos, como siempre digo, el SEO está bien, pero nada bate a un artículo bien escrito.

      Yo reconozco que soy el primero que sigue a muchos traductores, aunque intento seguir a otro tipo de personas en la medida de lo posible. Creo que es ahí donde se empieza a aprender de verdad en el sentido de que aprendes sobre otras materias que son igualmente importantes para la profesión. Supongo que es un poco como lo de la “zona de confort”: a veces es bueno ver que no solo de traducción vive el traductor. 😀

      Muchas gracias de nuevo por pasarte por aquí y comentar, Elisa.

      Un saludo,

      Pablo

  20. ¡Felicidades por el artículo, Pablo! La verdad es que me iba a extender en la felicitación y comentarios, pero me topé con el comentario de Darío y, la verdad, opino exactamente lo mismo que él. ¡Abrazo!

  21. ¡Hola, Pablo!

    ¡Uf! Muchas gracias por la parte que me toca. ¿Qué puedo decir? Sabes que el sentimiento es mutuo.

    He estado leyendo los comentarios, y la verdad es que creo que a veces nos desviamos un poco de la verdadera esencia de todo esto. O, al menos, la esencia que para mí tiene todo este asunto de las redes sociales y los blogs:

    Creo que no se trata de tener un blog para ser más visible o más “guay”, ni de estar en las redes sociales para darse a conocer. Si haces toda esta parafernalia solo por eso, entonces todo lo que hagas antes o después dejará de tener sentido para ti y se acabará convirtiendo en una obligación porque no habrá un significado auténtico en ello más allá de querer conseguir cosas vacías como reconocimiento, contactos, seguidores, visibilidad o lo que sea. Por eso, yo diría que el marketing por el marketing no tiene ningún sentido, porque al final se corre el riesgo de vender humo y de sentirse obligado a hacer cosas que en realidad no te llenan y no te gustan de verdad para conseguir otras cosas que en realidad carecen de significado en sí mismas.

    Si extrapoláramos todo este comportamiento exclusivamente “marketiniano” de la blogosfera y de las redes sociales al mundo real, y comprobáramos que, por ejemplo, una persona a la que acabamos de conocer se pasa el día hablando de ella misma, haciendo autobombo o intentando caer bien a todo el mundo por puro interés, tarde o temprano nos daríamos cuenta de que esa persona no está siendo ella misma (y ya cada uno actuaría en consecuencia, claro).

    Por tanto, no se trata de tener un blog o redes sociales solo para venderte, sino para ser la misma persona que eres en la realidad (mostrando tus virtudes y tus defectos) y transmitir tu forma de ser, tus gustos, tu profesión, tus experiencias, etc. a través de esos canales. Lo demás acabará llegando solo, pero no creo que una persona deba ir buscando ese beneficio desde el principio.

    Personalmente, hago todo lo que hago por una razón muy sencilla: ME GUSTA. Y como me gusta, tiene significado para mí y, por tanto, me llena por dentro. Cuando haces algo porque te gusta de verdad y te hace feliz, lo demás te importa un pimiento. Lo que digan los demás, lo que opinen, si te conocen más o si te conocen menos… eso da igual, porque al final lo que te hace feliz no es eso, sino la satisfacción personal de estar haciendo lo que de verdad te gusta.

    Bueno, corto el rollo aquí, que ya me he extendido bastante.

    Un saludo.

    Rafa

    • ¡Hola, Rafa! Me alegro de verte por aquí. 🙂

      Desde luego, de acuerdo con todo. Puede que antes con la llegada de las redes sociales muchos pensábamos que esto de tener blog y tal sería fantástico para el marketing y esas cosas, pero luego, a la hora de la verdad, tampoco es para tanto. No hay que olvidar nunca lo que has dicho de que esto se hace porque NOS GUSTA, y nos lean más o menos (que eso siempre se agradece), al final uno escribe porque se ve realizado. A veces tienes como consecuencia que alguien se fija en ti como me ha pasado a mí mismo, pero para bien o para mal eso suele ser la excepción.

      La lástima es cuando queremos pero al final tenemos mucho trabajo u otras cosas que hacer y vamos dejando de lado el blog aunque nos guste escribir en él, pero bueno, lo importante es no abandonarlo del todo y retomarlo cuando mejor te venga (y sin dar explicaciones). Yo antes publicaba hasta 2 o 3 veces por semana, y ahora, si publico dos veces al mes, es ya un milagro. xD Pero bueno, son etapas, está claro. Tú, por si acaso, no dejes de escribir. 😉

      ¡Gracias por comentar!

      Pablo

  22. La autoría de un traductor o intérprete de idiomas en un blog puede tanto ensalzar como aminorar la imagen de éste. Todo depende de la calidad del contenido de los artículos que escribe. Hay quien se nota que sólo escribe por rellenar y hacerse presente aunque a la hora de la verdad lo que hay es sólo paja. En este caso, la imagen del traductor produce desconfianza. En cambio, hay otros que aportan cosas interesantes en las que se transluce la pasión del traductor y que realmente sabe de lo que habla. Muchas veces, que esté presente por internet no “se traduce” necesariamente en falta de profesionalidad, sino en pasión sincera que hace que encuentre tiempos hasta donde no hay para divulgar sus conocimientos.

    Un saludo.

    • ¡Hola!

      Desde luego, después de un tiempo al final reconoces al autor de un blog por su estilo. Se nota cuando se escriben artículos para blogs de empresas, pues no tienen tanta chicha (no lo digo por criticar, creo que digo algo medianamente lógico). En efecto, cuando alguien genera contenidos de calidad constantemente, denota cierta profesionalidad y pasión por lo que hace.

      Un saludo,

      Pablo

  23. Elisa CalEnc dice:

    “Agree” con todo lo leído en las últimas entradas. Con la felicitación de Xosé y, por ende, de Darío. Blogs pormotivación personal: eso es!. Son usos diferentes con destinatarios diferentes; si se tiene claro, tiene más posibilidades de funcionar en todos los sentidos. Uno de los mejores blogs/páginas hecho por un traductor que conozco no es de traducción, ¡es de cocina! y suelen hacer referencia a él con frecuencia en la tele y la radio, etc. http://www.nomastuppersdemama.com/ de Carlos Román, Licenciado en TEI de la UPO, al que no tuve el gusto de dar clase, y otros dos socios (totalmente recomendable si os interesa comer estupendamente).
    La motivación personal o profesional tiene que ser muy fuerte para mantener un blog de cualquier tipo. Y hay que ser auténtico, también. Lo único importante es no perder de vista qué objetivo queremos con el blog, por una lógica funcional: ¿promocionarnos? ¿hacer contactos profesionales? ¿dar a conocer nuestra forma de ser, nuestras aficiones o pasiones? ¿conseguir llamar la atención de clientes? ¿una vía de expresión creativa y personal? una vez definida la dirección, solo queda ser uno mismo. Aunque si es para fines profesionales es importante ser prudente…
    No conocía el blog de Javier Sánchez, ¡gracias por la recomendación!
    “El SEO está bien, pero nada bate a un artículo bien escrito”: Pablo, completamente de acuerdo.
    Qué más te puedo decir, keep up the good work!
    Un abrazo

    • ¡Hola de nuevo, Elisa!

      Qué curioso el blog que mencionas de tuppers. 😀 Aunque me vaya un poco por las ramas, lo cierto es que de algún modo sueño con olvidarme de la traducción parcialmente algún día para emprender alguna otra cosa que me guste… Eso también tiene que venir bien para desconectar un poquito. 🙂

      Yo reconozco que a estas alturas de la película también le doy continuidad al blog porque sé que va a ser bueno para imagen, pero vaya, que lo primero es siempre la motivación. Tengo por ahí varias ideas para entradas de blog, pero lo malo es encontrar el tiempo… Pero tarde o temprano lo encuentro. 😀

      Bueno, ¡gracias de nuevo por comentar y hasta otra!

      Pablo

  24. Hola, Pablo:

    He tardado en comentar para reponerme de la mención porque me ha hecho muchísima ilusión (toma pareado). Que alguien como tú piense así me ha gustado mucho, la verdad, y no lo digo cayendo en el consabido “buenrollismo” y su connotación negativa, sino porque así lo creo.

    El blog fue algo que empecé porque quería dejar constancia de las cosas que hacía, mis opiniones acerca de la lengua y la traducción, y temas afines. Después de poco más de un año estoy muy contenta con la acogida y con lo que me ha reportado sin pretenderlo, como dos entrevistas en la radio y algún que otro proyecto.

    Lo de las pin ups y las frases que a veces cuelgo son un pasatiempo. Con todas las aplicaciones que hay es muy fácil hacerlas, guardarlas y programar su publicación cuando se quiera. ¿Qué me han reportado estas gracietas? Visibilidad, principalmente. Me gusta verle el lado positivo y humorístico a las cosas, y compartir esto con los demás compañeros. Tal vez sí esté metida en muchas salsas, pero no puedo estarme quietecita 🙂

    Respecto a que tanta visibilidad puede ser perjudicial y puede llegar a aparentar poca profesionalidad, lo entiendo hasta cierto punto. No obstante, está claro que cada uno sabe cómo se organiza el día. Trabajo 25 horas a la semana dando clases y todas las demás traduciendo. Aunque parezca poco tiempo, la docencia no me impide traducir libros, subtitular ni aceptar encargos de agencias pero porque me organizo a mi manera. Cuando tienes que pagar una hipoteca y comer (y tu sueldo es el único que entra en casa porque cuesta sangre, sudor y lágrimas ser emprendedor) no te queda otra que organizarte.

    Es por todo esto que reconocimientos como el tuyo me llenan tanto, porque son un guiño a lo que una hace aunque sea por amor al arte.

    Un abrazo y muchísimas gracias de nuevo,

    Scheherezade

    • ¡Hola, Scheherezade!

      Je, je, ¡me alegro de que te haya hecho ilusión la mención! 🙂 Veo que empezamos nuestros respectivos blogs por razones parecidas y que luego hemos tenido un resultado inesperado. No hay nada más bonito que eso, hacer cosas simplemente porque te gustan y luego ver encima que a los demás también les alegras alegras la vida de algún modo con tus inquietudes. 🙂 En tu caso, no me extraña que hayas ganado en visibilidad, porque se nota que te encanta lo que haces y que te lo curras muchísimo.

      Dices que las pinups se hacen fácilmente, pero precisamente creo que esa es tu virtud: eres tú quien hace que sea fácil. Te aseguro que mucha gente (yo el primero) se tiraría un buen tiempo simplemente para que se le ocurra algo. 🙂

      Yo también trabajo a media jornada para un cliente, por lo que yo tampoco tengo disponibilidad completa para todos los encargos, así que tranquila, entiendo lo que dices. 😉 Aunque parezca descabellado, es posible trabajar en todo tipo de cosas si uno se organiza bien. Lo bueno de trabajar así es que a veces te puedes tomar una tarde (o mañana) de descanso si hace falta y que cambias un poco el chip. Cuando no tengo tantas cosas que hacer, aprovecho para escribir en el blog o hacer algún curso online. La cuestión es no quedarse quieto. 🙂

      Sigue así y a ver si nos vemos pronto,

      Pablo

  25. Hey, Pablo. Gracias por la parte que me toca. La verdad es que el tema de la constancia es la clave, aunque también lo más duro. Si no me equivoco, empezamos con el blog casi a la vez. Cosas curiosas que tiene la vida…
    Un abrazo desde Suiza.

  26. Muy buena tu entrada :).

    Recibe un cordial saludo.

    -Bren

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