Algo más que traducir
Blog sobre traducción profesional, localización de videojuegos, software, aplicaciones móviles, sitios web y tecnologías de la traducción por Pablo MuñozTraductor inglés-español especializado en localización

Consejos para fidelizar a un cliente y ganarte su confianza

Consejos para fidelizar a un clienteSiempre decimos que lo más difícil es conseguir clientes, pero a veces no reparamos en que un cliente puede tener varios traductores y que debemos hacer todo lo posible por destacar entre los demás para así ganarnos su confianza y que nos dé proyectos de cierta envergadura. Yo ahora tengo la suerte de ser uno de los traductores habituales para dos agencias de localización de videojuegos que, evidentemente, sé que tienen otros traductores, pero siguen enviándome trabajo chulo que podrían enviar a otras personas.

Sin embargo, dado que uno a veces pierde perspectiva con lo que hace realmente trabajando para un cliente (es decir, no es yo que me diga todo el rato “voy a hacer, esto, aquello y lo otro para ganarme su confianza”), los ejemplos de una buena actitud con un cliente no los voy a comentar desde mi experiencia como traductor de cara a un cliente, sino de cómo yo, actuando de cliente, he podido ver una gran actitud en un colaborador y se ganado toda mi fidelidad para cualquier cosa que me surja. Estoy hablando, como quizás ya adivinéis por la entrada anterior, de Álvaro García Barbón.

Un traductor fideliza a un cliente cuando…

  • Contesta con gran entusiasmo a todos los encargos. La primera vez que le escribí a Álvaro por si estaba interesado en traducir un juego para iPhone, se lo notaba emocionado. Yo ya hablé de la tarifa que le pagaría y otros detalles de plazos y cosas así, pero sabiendo que había cierta confianza entre él y yo, me dijo básicamente que “como si tiene que ser por menos y no duermo para sacar esto adelante”. Evidentemente, esto es en sentido figurado (no era un negrero con su esclavo :P), pero lo que quiero decir es que no me dijo “ah, qué guay; sí, creo que lo puedo hacer” y ya está. De hecho, sin haberle dado mucha información del juego, se molestó en buscar la entrada de un blog que hablaba sobre ese juego para preguntarme si era ese. En resumen: sea como sea, demuestra un gran interés por el encargo de tu cliente.

     

  • Contesta a los correos rápido. Esto a lo mejor no os parece muy importante porque tenéis mil cosas que hacer y no podéis mirar el correo todo el rato, pero creedme que saber que en una media hora como mucho tengo a Álvaro respondiéndome a un correo es una gozada. Incluso cuando ya no era de 9 a 6, ahí lo tenía contestándome. Evidentemente, con un cliente normal no es lo más indicado contestar fuera del horario de oficina porque tampoco es cuestión de estar disponible 24 horas, pero sabiendo que él tenía otro trabajo y que precisamente trabajaba fuera de ese horario, creo que entraba dentro del plan.

     

  • Mantiene al día al cliente. Una cosa que me sorprendió muy gratamente, y que siempre intento hacer también cuando el plazo de entrega es más o menos holgado, es informar a la otra persona de que todo bien incluso cuando no te lo piden. Personalmente, encontrarme antes de dormir un correo en el que Álvaro me decía que todo iba bien, que tenía alguna dudilla con un término y que tenía X por cierto del archivo traducido, la verdad es que me tranquilizaba. Y ya os digo: yo no le dije al principio que me mantuviera al día, pero es algo que valoré mucho y que demuestra interés por lo que hace.

     

  • Sabe decir que no. ¿Pero cómo puede fidelizar esto a un cliente? Pues porque de esta manera, ves que la otra persona es sincera y, si tiene un viaje o lo que sea y no hay manera de cuadrar las cosas, te avisa con tiempo de que, sintiéndolo mucho, le es imposible hacer algo. Y es entonces cuando un buen cliente lo comprende y no pasa nada, pues no por ello prescinde de sus servicios más adelante. Yo ya van unas cuantas veces en las que digo “Mira, lo siento de veras, pero me es imposible porque viajo” y no ha pasado nada, luego me han seguido dando trabajo o, incluso, me han dado más plazo (eso es lo primero que intento negociar). Esto no lo puedes hacer la primera vez que te mandan un trabajo, pero cuando hay cierta confianza, la cosa es diferente.

     

  • Si tiene una duda, la pregunta. Y es que cuando uno lleva ya cierta experiencia traduciendo, sabe que tener dudas y preguntar al cliente es un indicio de que la cosa va viento en popa. Recuerdo que cuando trabajaba para un gran cliente hace unos años, el revisor principal me dijo que “desconfiaba de los traductores que no preguntaban”. No se trata de dar la vara todo el rato, pero que en 4000 palabras de algo totalmente nuevo no tengas ninguna duda… Un poco raro es. Personalmente, creo que siempre he preguntado algo en los últimos proyectos que he hecho, incluso aunque eso retrasara la fecha final de entrega (porque, si el cliente es bueno, comprenderá que hay que responder las preguntas a tiempo para entregar algo de calidad).

     

  • Se preocupa de la traducción después de ser publicada. Esto a veces es difícil porque lo mismo pasan seis meses hasta que se publica tu traducción y ya ni te acuerdas, pero en este caso, el juego se publicaba ya mismo, y cuál fue la sorpresa de Álvaro al ver que había cosas en inglés y que en la descripción de la App Store había cosas bastante raras que no nos sonaban de nada… Acto seguido, informamos al cliente y pudimos remediarlo. Esto en realidad se traduce en otra recomendación: si hay una cagada, sea tuya o no, coméntala si estás a tiempo para que se arregle.

     

  • Si hay errores en el original, los comenta. Este es otro gran clásico. En este caso, si no recuerdo mal, se aplicaba tanto a pequeñas erratas en el original como alguna cosilla que yo no puse bien. Y ya os digo, en este caso, puede que nos dé miedo informar al “jefe” de que ha puesto algo mal, pero si es verdad… ¿por qué no comentarlo? No sé, para mí es otro símbolo de que se está preocupando por el proyecto en general.

Y todas estas recomendaciones las ha cumplido al 100% nuestro amigo Álvaro, un chaval de 22 años con un potencial de escándalo. La semana pasada colaboramos en un auténtico proyectazo y creedme que su traducción fue, para que me entendáis, cojonuda. Apenas tuve que revisar nada. Así que si de verdad la gente cree que se necesitan 5 años de experiencia para traducir bien, al menos en videojuegos creo que no es del todo cierto. 😉 Por mi parte… ¡Espero haber sido un buen jefe! 😛

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Pablo Muñoz Sánchez

Pablo Muñoz Sánchez

English > Spanish Game Translator
Soy traductor inglés > español con más de 15 años de experiencia especializado en localización de videojuegos y software. He traducido juegos como Metroid y Fire Emblem y ahora trabajo, entre otras cosas, como especialista en control de calidad para Google a través de Vistatec. También soy cofundador de Traduversia, una plataforma de cursos online para traductores. Más sobre mí | Mi libro de localización | Mi Instagram

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21 comentarios

  1. Beatriz Benítez dice:

    Pablo:

    Gracias por esta entrada. Es una verdad sabida por todos, pero que conviene recordar a diario. No sólo los clientes son “raros” (a veces), sino que también hay traductores bastante dejados que descuidan estos aspectos importantes (yo intento cumplirlos siempre).

    Gracias de nuevo.

    • Hola, Beatriz:

      Sí, está claro que tampoco he descubierto la pólvora, pero creo que nunca está de más recordar estas cosillas. 🙂 Al menos esta vez lo he hecho desde mi punto de vista, je, je.

      un saludo,

      Pablo

  2. Por mi experiencia, totalmente de acuerdo con cada punto y cada coma, sobre todo si el cliente tiene otros traductores haciendo lo mismo en diferentes idiomas y tiene donde comparar (otra motivación más para hacerlo mejor ¿no?). Más vale que te tomen por pesado que por descuidado, aunque obviamente tampoco sea cuestión de escribir cada tres horas para dar los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches. El tema de los correos me parece esencial, porque es una forma de darle una cierta tranquilidad al cliente: tú puedes saber que estás dejándote la piel con su encargo, pero si no le cuentas que estás en ello, mal camino. Yo me he acostumbrado siempre a contestar brevemente cuando me llega algo, dar una fecha aproximada aunque no me la pidan (¡importante cuando trabajas para una empresa que actualiza mucho contenido!) y, si es algo que lleva bastante tiempo, enviar un correo cada 2-3 días para darle esa tranquilidad.

    En algunos momentos he sentido que estaba siendo demasiado insistente con problemas que a veces ni siquiera atañían a mi parte del trabajo, pero luego ves que el cliente realmente agradece y valora que le señales errores en el original o de funcionamiento. Además, es una forma de demostrar que no haces la traducción solo para cobrar una factura a final de mes, sino que de verdad te importa lo que haces. Y si luego les da igual, bueno, despotricas en tu casa y te quedas tan a gusto, pero de cara al cliente hay que hacer todas estas cosas porque sino luego, cuando hay problemas, no tienes base para argumentar qué te hace bueno en tu trabajo. Me alegra mucho ver que Álvaro no ha necesitado que nadie le explique eso, aunque tampoco me extraña 🙂

    Felicidades, pareja ;D

    • Hola, Nieves:

      Gracias por comentar tu experiencia. 🙂 El tema de los correos tiene tela, porque ya sé que quitan tiempo y tal, pero para mí son fundamentales a la hora de comunicarnos con quien trabajamos (¡o queremos!). Si estás ocupado o algo, pues eso, escribe un par de líneas y dices que contestarás en otro momento. Y aunque no tengas que tomar ninguna acción, no tardas nada diciendo “¡Recibido, muchas gracias!”.

      Para que te hagas una idea, cada semana recibo mínimo un correo de alguien pidiéndome consejo o algo así. Bien, yo me tiro un buen tiempo contestando, pero me atrevo a decir que el 80%, y a lo mejor me quedo corto, ni me contestan para decir que gracias o que han recibido el correo o qué se yo. Sigo contestando los correos porque soy así, pero no sé, ¿cómo quieres que me acuerde de ti o encima tenga una opinión positiva si me tiro media hora contándote qué pienso de la situación y luego ni siquiera me contestas? La comunicación es fundamental para que todo salga bien, y si el otro no demuestra que merece tu interés, mal vamos.

      Y sí, yo también estoy de acuerdo en que es mejor pecar de ser pesado que no decir las cosas. Lo normal es decir cosas que son verdades (aunque sean pijadas), así que tu cliente, compañero o lo que sea, si también está interesado en lo que hace (que es como debe de ser), lo agradecerá y verá que le pones interés a lo que haces y que incluso vas más allá de lo que deberías hacer. La gente se queja de tal y cual, pero un mundo lleno de competencia, ¿cómo crees que vas a sobrevivir si te da igual lo que haces y le muestras interés a la gente con la que trabajas? 😛

      ¡Ahí queda eso!

      Saludos,

      Pablo

      • Javier Fernández dice:

        Doy fe de que Pablo contesta muy rápido y se explaya xD

        Lo cual dice mucho de él. ¡Todo bueno, eh!

        A ver si un día me animo y me monto un blog también, que me parecen súper interesantes los vuestros.

        Un saludo a todos.

      • Totalmente de acuerdo. ¡Sí que estás solicitado! Deberías montar un consultorio. Pues muy mal, porque creo que no te contesté al último mensaje que me enviaste. Voy a fustigarme con mi amiga la hoja de ficus 😀 No, en serio, sobre la ingratitud, me parece que estamos condenados a sufrirla porque hay personas que simplemente son así, es cuestión de no dedicarles más tiempo del que se merecen, porque chavales que necesita guía o consejo, a patadas. No sería la primera vez que me cruzo con gente que se lee los blogs de “pe a pa” y luego va poniendo a los dueños a caldo por ahí, pero bueno, que la buena voluntad de uno que nunca se pierda porque seguro que hay quien se la merece : )

        ¡Un saludo!

        • No sé, será que estoy “entrenado” al trabajar en plantilla durante cierto tiempo ya para contestar rápido si la otra persona está a unos metros más allá de mí. Y no solo eso: se tarda menos contestando al momento que dejando el correo en la bandeja de entrada, ya que luego tienes que volver a leer todo para saber de qué iba. xD

          Siempre intento contestar, pero como vea que apenas se presentan o me escriben tres líneas a lo “cómodo”, lo siento, tengo otras cosas que hacer. :S

          Saludos,

          Pablo

  3. ¡Muy bien resumido, Pablo!

    Con respecto al tema de la respuesta de correos electrónicos, creo que aún hay todavía gente que no maneja los mismos códigos.

    En mi opinión, como ya hace 10 años aprox. que el e-mail es una tecnología común y silvestre, un correo electrónico debe tener la misma importancia y urgencia casi que una llamada telefónica, si es que uno trabaja con la computadora y nos lo enviaron en horario de trabajo.

    Y como decís, la sensación de compromiso e interés cuando a uno le responden casi de inmediato es mucho mayor.

    • ¡Hola, Nicolás!

      El tema del correo es algo peliagudo, porque si no se sabe gestionar bien, puedes pasar más tiempo con correos que trabajando… Lo malo es que cada uno tiene su sistema, claro. Pero eso tampoco quita que no contestes ni aunque sea a los dos días… En fin, ¡ellos sabrán!

      Gracias por pasarte por aquí y un saludo,

      Pablo

  4. Buena entrada como siempre. Además de todos los puntos que has comentado, en un taller de networking al que asistí el año pasado hablaban que era importante contactar con dicha persona al menos 7 veces al año para afianzar esa “relación”. Puede que haga una entrada con la información recopilada en aquel taller.

    Tengo un cliente en Alemania al que le hice unos trabajos a principios de año, quiere seguir contando conmigo aunque no ha habido más oportunidades por el momento aunque hay algo pendiente para cuando se organice. Yo le voy mandando correos de vez en cuando para preguntarle qué tal está y hacerle saber que puede contar conmigo para lo que necesite usando fechas clave como excusa, como después de las vacaciones de verano o semana santa.

    • Hola, Verónica:

      Has tocado un tema más que interesante, lo de mantener el contacto con tus clientes. Como suele haber cosillas siempre, pues normalmente no me hace falta, aunque sí que es verdad que este verano me tiré casi dos meses sin saber de uno, lo cual me pareció algo raro (pero que agradecí, porque así tuve más tiempo para otras cosas), y le escribí para ver qué tal iba todo. No sé si es casualidad, pero al mes ya estaban enviándome cosas y ahora sigo todavía con ello. 🙂

      Saludos,

      Pablo

  5. Hola, Pablo. Creo que hay mucha razón en lo que dices. Yo añadiría alguna otra cosa a la lista, pero creo que has dicho cosas importantes. Lo de preguntar y asegurarse de que se ha entendido bien cada particularidad del encargo es fundamental. Y para ello hay que crear un clima de “no dudes en consultarme cualquier duda que tengas”, lo cual también sirve para, en caso de error, decir “¿y si tenías dudas, por qué no lo preguntaste?”. A mi siempre me gusta dejar claro que estoy a disposición de mis proveedores, por si tienen alguna duda, y me encanta cuando tienen dudas y puedo resolverlas, aunque nunca hay que pasarse, porque si te están preguntando todo el tiempo es una pesadez. En fin, un abrazo.

    • Hola, José:

      Efectivamente, si algo nos parece raro, seguramente será por algo, así que nada mejor que preguntar. Por supuesto, como bien dices, tampoco hay que ser cansinos, porque no hay que olvidar que le estamos haciendo “perder” tiempo a la otra persona, así que las preguntas han de ser más o menos inteligentes.

      Saludos,

      Pablo

  6. Creo que cumplo con todos tus consejos. Bueno, quizá soy algo soso en demostrar gran interés por un trabajo, pero tampoco me quiero tomar demasiada confianza.
    Sí que apuntaría, como exPM sufridor de pesados y mudos, que, si un encargo es para dentro de unos días, puedes a) recopilar tus dudas y enviarlas al final de la jornada y b) por supuesto, jamás hacer una entrega con dudas sin resolver.

    Lo que me falta es conseguir que un cliente que no me conoce de nada confíe en mí por vez primera. Dicen que mantener un cliente es más difícil que conseguirlo, pero que se moleste en reconocer que existes también tiene su dificultad. Habrá que insistir.

    PD: Sí, sigo atrasado con mis lecturas blogueras traductoriles. 🙁

    • Hola, Jordi:

      Sí, yo normalmente voy tomando nota de las dudas y luego las envío al final del día, que por suerte es comienzo del día siguiente del cliente, ya que trabaja en Japón. 😀 Así cuando me levanto están resueltas, je, je. No obstante, precisamente hoy mismo he enviado las dudas a un día de la entrega y claro, con el horario no puedo “cumplir” la fecha de entrega, pero como es algo que puede afectar a todos los idiomas, el PM nos ha dicho que no pasa nada, que nos esperemos (que PM más majo es este, es un encanto).

      Estoy de acuerdo en que creo que es más difícil conseguir al cliente que fidelizarlo. Ahí es donde entra el factor de hacerse marketing y demás…

      ¡Ánimo, ya lo has leído casi todo! 😛 Al menos de mi blog, claro, ja, ja, ja. 😛

      Saludos,

      Pablo

  7. Consejos muy útiles. Gracias!

    Saludos!

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